La Opinión

La famosa propuesta de Ley de transparencia o Ley Tres de Tres que tanto efecto ha causado en los políticos y ha hecho quedar tan mal ante la sociedad a más de un político, recordaremos a Roberto Loyola, quien pagó un alto costo por no presentar su tres de tres o, ahora en el Senado, la bancada priista que al oponerse, ha quedado como el “malo de la película”, lo cual seguramente le costará votos el próximo 5 de junio.

La pregunta que me surge es si realmente la Ley cambiaría algo, cuando una de las máximas desgracias que tenemos en nuestro país es que contamos con buenas Leyes que no se aplican, se busca la manera de darle vuelta a las cosas, aunque moralmente no sea lo correcto, así es esto y el tener una Ley de Transparencia no necesariamente daría el resultado esperado por la sociedad.

Además si no hay quien revise y compare lo que se declare en la Tres de Tres, no resulta útil y solo será utilizado para guerra sucia en contiendas electorales, es un hecho que si algún político tiene un patrimonio que no puede demostrar su origen, estará cometiendo un delito, aún sin la Ley Tres de Tres, así que creo que hay que meditar muy bien que batallas peleará la sociedad civil, para que no se logre solamente un desgaste y se debilite.

Cambiando de tema, el PRI en nuestro Estado da muestras de estar desarticulado y dividido, hay contienda entre los grupos, por un lado, Roberto Loyola por medio de Mauricio Ortíz, José Calzada con Juan José Ruiz y Jesús Rodríguez con un grupo grande de priistas en la estructura, el resultado es una debilidad de partido que ha facilitado al PAN el ser gobierno, el tricolor no cuenta con una estrategia contundente para ser realmente una opción para el próximo 2018. Debe empezar por poner un presidente que realmente sea un líder y que dirija los esfuerzos, ya que actualmente el la Legislatura, el Cabildo de Querétaro y el partido, no todos traen el mismo discurso y en muchos casos, se ponen el pie, en todos lados hay fuego amigo.