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Gimme the power

Por - 23/03/2017

Tan solo en unas horas, más de cinco mil copias de ¿Dónde jugarán las niñas? fueron vendidas en los semáforos del Distrito Federal

 Gimme the power
“Gente que vive en la pobreza

Nadie hace nada porque a nadie le interesa

La gente de arriba te detesta, hay más gente que quiere que caigan sus cabezas”

 Estrofa de Gimme the Power de Molotov

El año de 1997 significó para nuestro país el inicio del capítulo final del status quo implantado por el antiguo régimen revolucionario. En el plano político, por primera ocasión en sus casi setenta años de vida, el PRI, perdía la mayoría en la Cámara de Diputados y sucumbía frente a la izquierda en las elecciones para Jefe de Gobierno del Distrito Federal. En el ámbito de los medios de comunicación, si bien, la poderosa Televisa continuaba tratando de imponer la agenda que le dictaban desde los Pinos, cada vez surgían más voces en radio y plumas en columnas y editoriales que disentían y criticaban al gobierno en turno.

En esos momentos, quien escribe, cursaba mis estudios universitarios en la ciudad de México y uno de mis grandes pasatiempos era escuchar música. Buena parte de mis modestos ingresos se iban en la compra de discos, preferentemente de artistas internacionales, dado que la mayoría de los productos nacionales, los consideraba fabricados y de poca trascendencia. En una de mis frecuentes visitas a Mix Up, me topé con una portada que de inmediato llamó mi atención, en ella aparecía la foto de una colegiala al interior de un vehículo, en una pose muy sugerente; se trataba del álbum debut de la banda mexicana Molotov, ¿Dónde jugarán las niñas?

El disco de Molotov fue publicado por Universal Music en marzo de 1997 y de inmediato censurado por la mayoría de las emisiones radiales y los establecimientos dedicados a la venta de discos compactos. Este hecho provocó que los integrantes de la banda, salieran a las calles de la ciudad de México a ofrecer su álbum. Tan solo en unas horas, más de cinco mil copias de ¿Dónde jugarán las niñas? fueron vendidas en los semáforos del Distrito Federal.

En un principio, los jóvenes mexicanos escondían su copia del disco de Molotov y lo escuchaban lejos de los oídos “censuradores” de sus madres. Sin embargo, fue tal el impacto que causó la música de la banda mexicana, que a las pocas semanas no había fiesta donde no se brincara con los acordes de P@to o vehículo estudiantil donde se coreara la letra de Gimme the Power o Voto Latino.

El éxito de Molotov se debió principalmente a su frescura y autenticidad. Los jóvenes de esa época estábamos cansados de un sistema político de simulación y de una propuesta musical prefabricada y sosa. Ante ello, una banda provocadora, rebelde, graciosa y que cantaba lo que muchos pensaban pero pocos se atrevían a decir, reflejó el sentir de una juventud mexicana ansiosa de cambio.

¿Dónde jugarán las niñas? se editó en el momento preciso. Vino a refrescar una para entonces muy pobre oferta musical mexicana, pero sobre todo significó el triunfo de la libertad artística en una sociedad ávida de expresarse sin tapujos y sin censura.

Hoy, veinte años después, tenemos que agradecer a Micky Huidobro, Ismael “Tito” Fuentes, Randy Ebright y Paco Ayala, el recordarnos que la música relaja, emociona, exterioriza emociones, pero sobre todo transmite ideas, refleja realidades e incluso revoluciona a una sociedad.

Molotov nos demostró que en el México de la última década del siglo pasado era posible levantar la voz, expresarse libremente y transformar aquello que parecía imposible de cambiar.


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