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Germán Martínez denunció en mayo de 2019 las irregularidades en el IMSS

Por Héctor Parra - 14/04/2020

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

¿Por qué causó tanta polémica el documento que leyó en redes sociales Eugenio Derbez?

 Germán Martínez denunció en mayo de 2019 las irregularidades en el IMSS

Foto: Especial

¿Por qué causó tanta polémica el documento que leyó en redes sociales Eugenio Derbez? La “jauría” de defensores de la 4T se le fue encima por dar lectura a una carta de denuncia que le fuera entregada por un médico que labora para el IMSS, quien hace notar la falta de insumos hospitalarios.

Epigmenio Ibarra, supuesto periodista independiente, colaborador de AMLO en su campaña a la presidencia, sedicente de izquierda, siempre se desvive por defender a López Obrador, cuando es “atacado” en las redes sociales.

No podía faltar en esta ocasión y tachó de “fake news” lo que leyera Derbez, escribiendo en su cuenta de Twitter: “produces pánico y saturación, antes de tiempo, del sistema hospitalario al que el viejo régimen había prácticamente demolido”.

Vamos, utiliza el mismo “tufillo” izquierdoso, al igual que su estrella, quejándose del pasado, culpando de todo a los neoliberales. Por medio de otro tuit, el IMSS de Baja California, desmintió lo dicho por Eugenio. A todo esto, Derbez reiteró que no eran “fake news”, y agregó “qué triste que se invierta más tiempo a tratar de ocultar la verdad, que a salvar vidas”. “Que Dios los bendiga”.

La Doctora Desirée Sagarnaga Durante, empleada del IMSS, también le dijo a Derbez que se trataba de “fake news”. La polémica en redes acaparó la atención de miles y las “jaurías” se lanzaron en contra del actor. Veamos lo que dijeron en su momento 2 voces autorizadas en el campo de la salud respecto de la polémica generada por el “periodista defensor de López Obrador” ¿Es o no cierto?

Primero recordemos con precisión parte del contenido del escrito de “denuncia y renuncia” que presentó, como justificación a la renuncia de Germán Martínez, a la dirección del IMSS, en mayo del año pasado.

Suscribió: “El IMSS es un órgano igualador de las condiciones sociales de los mexicanos; como órgano fiscal autónomo cobra cuotas a patrones y trabajadores, para dar cobertura de seguridad social a millones de mexicanos”. “Es un organismo autónomo, cuya gestión es tripartita; gubernamental sí, pero también obrero y patronal; por eso administra su patrimonio con reglas especiales, empezando por la Ley del Seguro Social, a la que nuestra Constitución, como a ninguna otra norma del sistema jurídico mexicano, le otorga el calificativo de ley de “utilidad pública”, en el artículo 123, A, fracción XXIX”.

Precisaba la conformación de la institución de salud, por aquello de que, terceros ajenos a la Institución, toman decisiones de forma irresponsable. Seguimos con la redacción: “Por eso, controlar en exceso esos recursos, que son de trabajadores y empresarios, sin racionalidad y sin apego a las normas del IMSS, puede acabar con esa dinámica de solidaridad social propia del Instituto”. “Quiero decirlo lo más claro que puedo y debo: algunos funcionarios de la Secretaría Hacienda tienen una injerencia perniciosa en el IMSS y ponen en riesgo la vocación igualitaria, de justicia y, concretamente, de prestación de servicios de salud que tiene el Seguro Social”. ¿Más clara la injerencia de terceros?

Luego el espaldarazo y acusación a López Obrador. “En el IMSS no se desobedece al presidente”. Seguiría argumentando Germán Martínez: “Por su parte, algunos funcionarios de Hacienda intentan una remodelación cosmética del IMSS, donde por ejemplo, se pretende reformar el Reglamento para colocar funcionarios administrativos en los Estados desde la Secretaría de Hacienda, y así anular a los Delegados que este Consejo Técnico aprobó. Buscan nombrar, en todo el país, una suerte de “delegados administrativos estatales”, fuera de este Consejo, para que ellos, en los hechos, administren desde lo local al IMSS”, “y si bien el abasto de medicamentos está garantizado, es precario y en algunos lugares pende de un hilo”.

Desde entonces era evidente la falta de medicamentos e insumos. ¿Por qué Epigmenio Ibarra nunca desmintió a Germán Martínez de su aseveración? No podía hacerlo, eran órdenes del Presidente de la República, vergonzosamente calló el “periodista independiente”.

Ahí está el documento que suscribe Germán como prueba. Y siguió argumentando que “Cualquiera que se asome al debate sobre salud en Europa o vea lo que hizo el gobierno federal anterior, verificará que los funcionarios conservadores, neoliberales, controlan el gasto en servicios de salud pública, mientras que los gobiernos progresistas inspirados por la justicia, buscan ampliar cobertura y calidad inyectando más presupuesto”.

Con “guante blanco” dio una bofetada al Presidente. El documento de denuncia también dice: “Ese control del gasto tiene dos consecuencias fatales: una directa para el IMSS: pasillos de espera llenos de personas adoloridas y mal trato o retraso en la atención a pacientes; y un segundo efecto indirecto todavía peor: el fortalecimiento de los servicios de salud privados, que ocasionará mayor “gasto de bolsillo” de las familias cuando sus seres queridos tengan un padecimiento”.

¡Así o más claro! La verdad sale a flote, por eso el presidente firmó convenio con 14 hospitales de “particulares” para que atiendan a todos los que reclamen servicios de salud, en tanto los Institutos oficiales resuelven el problema del Covid-19. Tuvo que llegar la pandemia para desnudar lo lapidario de las decisiones presidenciales en el sector salud, a quien delincuencialmente le recortó el presupuesto. ¡Es un desastre!

Seguiría argumentando Germán Martínez: “Ahorrar y controlar en exceso el gasto en salud es inhumano. Ese control llega a escatimar los recursos para los mexicanos más pobres”. “Por otro lado, si acaso Hacienda cree que los ahorros en el IMSS los puede desviar a otros fines, es necesario recordarle que “el Instituto no estará obligado a concentrar en la Tesorería de la Federación sus ingresos”, según dispone el artículo 277 C de la ley del Seguro Social”.

Mas no hicieron caso a lo denunciado por el renunciante, la sangría al presupuesto salvajemente continuó para llevar ese dinero a las grandes obras del Presidente y satisfacer sus programas clientelares. Ahora viven la tragedia en el sector salud. Continuaría la queja: “Por supuesto que la calidad y eficacia en muchos servicios del IMSS dejan mucho que desear, y que el Instituto Mexicano del Seguro Social tiene retos, desafíos, extravíos y una enorme corrupción”. “Ayudar en la enorme tarea moral de separar los asuntos del gobierno de los negocios personales, como quiere la Cuarta Transformación de la patria, lo puede hacer el IMSS, siempre que no le pongan obstáculos, barreras y desconfianzas externas”.

¡Martínez dejó en claro el desvío del dinero del IMSS! Y más argumentos: “No cuido mi futuro personal, ni lo subordino a acomodos en los sillones del gobierno. No defiendo a farmacéuticas, ni a proveedores o constructores. El motivo de este diferendo con algunos funcionarios de Hacienda no es la compra de medicamentos, es fortalecer y respetar al IMSS”. “Siempre he tratado de guiar mi vida por convicciones. No soy lambiscón, ni barbero de nadie”. Como sí lo es Epigmenio Ibarra. Más del documento: “… tampoco yo seré florero en el IMSS de decisiones tomadas fuera del IMSS”. “… los niños que padecen cáncer y esperan su tratamiento, quienes viven a la espera insulina, las poblaciones de la diversidad sexual que reclaman antirretrovirales, y los millones de enfermos que se atienden en nuestras clínicas y hospitales, no merecen ni un minuto de rebatingas de poder”.

Los argumentos de entonces, despejan cualquier duda sobre el conflicto de si es o no verdad lo que denuncia Derbez en redes sociales; a su vez, deja en claro el papel que desempeña Epigmenio Ibarra, defensor a ultranza del poder que hoy ostenta López Obrador, sin argumentos agrede e incurre en mentira, como suele hacerlo su mentor.

Como colofón, también recordemos lo que en su momento comentó –denunció- Marco Antonio García Ayala, Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores del Sector Salud; dijo que habían sido afectados 28 institutos y hospitales, con despidos de 7 mil empleados; en algunos despidieron hasta el 85%; en ese mismo mes de mayo, comentó que Hacienda había “reservado” –no les entregó- 794 millones de pesos.

La Secretaría de Salud, entonces informaría que había despedido al 30% del personal. Y todo en ese mes de mayo, por esas razones hoy se viven las graves consecuencias de la falta de personal e insumos que no reconoce el gobierno federal; al IMSS le había quitado en año anterior 1,400 millones de pesos, una de las causas de la renuncia de Martínez.

En ese fatídico mes, directivos del sector salud hicieron del conocimiento de la Cámara de Diputados los recortes al presupuesto, y los legisladores hicieron caso omiso. El contubernio con el Poder Ejecutivo, para manipular el presupuesto. Ahora no salgan con que es mentira lo de la escasez de insumos, medicamentos en los institutos de salud y la falta de personal. El gobierno de la 4T, criminalmente ha desviado los recursos públicos del sector salud.

Héctor Parra


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