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En la víspera del semáforo naranja

Por Andrés González - 16/06/2020

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

Con las señales encontradas entre nuestro estado, Querétaro, con las del gobierno federal – en lo político por el Acuerdo de Dolores Hidalgo del pasado […]

 En la víspera del semáforo naranja

Con las señales encontradas entre nuestro estado, Querétaro, con las del gobierno federal – en lo político por el Acuerdo de Dolores Hidalgo del pasado domingo; en la coloración de semáforo que aquí y a partir de mañana será naranja y allá nos tenían como rojo – llegamos ya a la víspera de lo que será una segunda etapa, gradual, con todas las precauciones en materia de salud, para reabrir otra parte de las actividades normales que venía teniendo la entidad.

Por lo pronto, ya casi se cumplieron los diez días de la primera apertura parcial, cuando en Querétaro y en el país, se reabrieron tres grandes rubros de las empresas consideradas como no esenciales: La minería – de relativa importancia en el estado -; las de autopartes, que tuvieron que cumplir con rigurosos protocolos sanitarios y la de la construcción en general.

Y en la ciudad, esta reactivación si se notó, en una mayor movilidad particularmente, aunque la economía sigue perezosa.

Y es que el arranque o reapertura, no es como echar a andar un automóvil, que lo prendes y a caminar, no. Más bien semeja a un largo convoy de vagones que jalados por la locomotora, comienzan lentamente a moverse.

Y en este convoy van vagones de todo tipo: el o los de la minería; los de las empresas automotrices; los de la construcción, cuyo jalón apenas se comienza a sentir.

En el ramo de la construcción, que ya venía antes de la pandemia con ciertos problemas por la falta de oportunidades, el reinicio no ha resultado nada fácil.

“Nosotros los arquitectos –me dice la Arq. Isabel Fonseca Zamorano, presidente del Colegio de Arquitectos del Estado de Querétaro – nos preparamos para iniciar en proyectos, continuamos con trámites y solo un 10 por ciento se dedica a la obra pública e industrial. El resto va reactivando sus actividades en construcción de vivienda y servicios.

“Creo que esto es poco a poco y se trata mucho de crear conciencia a la ciudadanía y trabajar juntos para que esto mejore.

“Si es preocupante – la falta de trabajo – pero debemos de poner todos de nuestra parte para comenzar a mejorar la economía de nuestro Estado”.

Esta es la opinión de la Arq. Isabel Fonseca Zamorana, ubicada como cabeza de sector de uno de los frentes de trabajo que ya arrancaron.

Y si, es una cuestión que a todos nos incumbe, a los colegios, a los sectores de la actividad empresarial; a los gobiernos de los tres niveles, el federal – que hace como que no ve -, al estatal de Pancho Domínguez y al municipal.

Y ya instalados en este víspera, colocado Querétaro en lo más alto de la pandemia, pero puesto en la antesala de ingresar al semáforo naranja, el MVZ Francisco Domínguez Servién podría ser recordado como el gobernador que reactivó la economía de este estado después del inmisericorde coronavirus o bien, como quién accionó el semáforo naranja y que podría significar el rebrote de esta pandemia.

Por eso, el mejor aliado del gobierno y por interés personal, familiar y social, vuelve a colocarse el ciudadano como el eje central de esta maquinita de ferrocarril, en la que vamos todos, para detener los contagios primero, pero igualmente – y a ese semáforo ya llegamos, el naranja – por poder echar a andar en forma paulatina, gradual y cuidadosa, las actividades que nos marcan.

En un enlistado muy general – no se dieron a detalle otras actividades, de cientos que se tienen el Querétaro – estos son algunos establecimientos y lugares que reabren mañana miércoles:

Hoteles, al 30%; restaurantes y cafeterías, al 50%; peluquerías, estéticas y barberías, al 50 % y solo previa cita; parques, plazas y espacios abiertos, al 50; gimnasios, albercas, centros deportivos, spa y centros de masaje, al 30, con previa cita; centros comerciales al 25 %; centros religiosos como iglesias, templos, sinagogas, mezquitas, al 25 pero sin celebración de servicio religioso alguno. Deportes profesionales únicamente podrán realizarse a puerta cerrada.

Todo los demás – cines, teatros, museos y eventos culturales de todo tipo, siguen suspendidos; así como centros nocturnos, bares y salones de eventos, parques de diversiones, balnearios o ferias.

Y habrá que recordar que ya en este semáforo naranja, siguen vigentes todas las recomendaciones en materia de sanidad, tanto o más que antes, porque si bien se abren nuevas actividades y centros de trabajo, también y por eso estará más gente en las calles. Entonces, habrá que cuidarnos más.

De nosotros si depende seguir todas las recomendaciones en materia de salud.

Andrés González

Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.


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