C.C.P. Gael García Bernal, actor mexicano

La droga, y su consumo, es sin duda todavía un tema tabú en nuestro país. Hay una política, reflejada en la ley, de ataque a todo lo que implique producción, distribución, comercialización y consumo de cualquier droga, mismas que están plenamente disponibles en el mercado negro por cuya comercialización obtienen grandes ganancias.

Pero el debate sobre el tema ha evolucionado, social y jurídicamente, en particular con respecto a la marihuana, sin embargo sigue siendo controvertido y una especie de papa caliente para la mayoría de los políticos en funciones, más cuando se acercan las elecciones, que por cierto siempre están cerca. Mientras tanto, algunos mexicanos pelean, pasito a pasito, por revertir esta política y están ganando.

Varios han sido los presidentes que se han manifestado a favor de legalizar la marihuana en su aspecto recreativo, sin embargo sólo uno lo hizo durante su mandato y contra la costumbre de nuestro sistema político, aquella iniciativa presidencial se fue a la congeladora.

Tanto Vicente Fox como Ernesto Zedillo han sido dos ex mandatarios que se han manifestado a favor de dar ese giro en la política en materia de drogas, aunque ambos lo hicieron cuando yo no eran presidentes, incluso el primero aspira a ser productor eventualmente.

Fue Enrique Peña Nieto, no el mejor recordado de los ex presidentes, pero a quien algunos reconocieron en su momento por presentar durante su sexenio una iniciativa para la despenalización de la marihuana y el aumento permitido de gramaje de posesión personal hasta 28 gramos, eso sí ya contando con el antecedente que la Suprema Corte de Justicia había dado un primer fallo trascendental a favor de la asociación SMART y del consumo para uso lúdico de la marihuana, polémica sentencia cuyo proyecto fue elaborado por el actual presidente de la Corte, Arturo Zaldívar Lelo de la Rea.

Posteriormente se le atribuyó a Andrés Manuel López Obrador, todavía como presidente electo, haber dado su beneplácito para que la senadora Olga Sánchez Cordero, ni más ni menos la ya inminente secretaria de Gobernación, fuera quien presentara a nombre de Morena una iniciativa para legalizar la marihuana, quien argumentaba que se tenía que “replantear la política de drogas en nuestro país. Es momento de cambiar, porque siempre han sido un discurso polémico. El combate frontal a través de las armas solo ha producido más muertes en nuestro país. No estamos a favor de la liberación absoluta de las drogas, sino de la regulación del cannabis”. Hasta este momento esta iniciativa no ha sido discutida, ni parece entre los temas prioritarios de la agenda legislativa.

Al día de hoy, todos los canadienses y uno de cada cinco norteamericanos, pueden fumar marihuana de manera legal, a la par que se establecen empresas que ya tienen ganancias millonarias por la producción y generación de impuestos, que hoy no son posibles en nuestro país. En México no está claro si estamos en vía de que esto sea aprobado o de ser ignorado.

Por todo lo anterior, el triunfo jurídico obtenido por el actor mexicano, Gael García Bernal, quien se ha forjado un nombre a nivel internacional, con respecto a su derecho de consumir y producir marihuana para su consumo personal, es un recordatorio, con mayor impacto por el peso que tiene como figura pública, de que aún hay una discusión pendiente, una iniciativa por dictaminar y una gran disyuntiva por votar, a favor o en contra.