Barrio Santiago

Basado en el respeto – y lucimiento por supuesto – del Acueducto, el monumento más emblemático de la ciudad de Querétaro y uno de los más hermosos del país, es que avanza la construcción de “Barrio Santiago” y que en un concepto integrador con la ciudad misma, rescata y restaura a la vez, la histórica Ex Hacienda de Carretas, en donde quedará ubicado el “Museo del Acueducto” que será montado y administrado por el gobierno del estado.

“Se trata en realidad de otorgarle, en forma respetuosa, un tributo al Acueducto” nos dice, no sin emoción – “este es la más querida de todas las obras que he emprendido” – el Ing. Alejandro Fernández Prieto, constructor, motivador y quién desde hace doce años, eligió a Querétaro “para que vivan aquí mis hijos, mi familia y yo disfrute de toda la generosidad de esta tierra”.

Tres elementos esenciales de los muchos que tiene “Barrio Santiago” llaman poderosamente la atención: el lucimiento y respeto al Acueducto, que es el eje sobre el que gira el concepto arquitectónico de todo el complejo; el rescate de la Ex Hacienda de Carretas, con todos sus elementos esenciales e invariablemente bajo la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH; pero además se destaca en este núcleo el llamado “Camino Real” o de “tierras adentro” y que el crecimiento de esta zona había prácticamente borrado.

Pero el nuevo Centro Comercial logra, por su novedoso diseño, la integración a la ciudad y a su centro histórico, en un concepto de recreación de barrio, “en una interpretación contemporánea, que desarrolla un centro gastronómico, hotelero, residencial y comercial en torno y en el respeto para este legado histórico como lo es el Acueducto de Querétaro”.

Este novedoso espacio citadino tiene un avance general de entre el sesenta y setenta por ciento. Una parte será abierta al público a mediados del 2020 y quedará totalmente listo a finales de ese año. Ocupa una extensión cercana a las dos hectáreas, “cuidándose siempre cumplir con todos los requerimientos y exigencias oficiales en su construcción”, sin que se haya tenido “pedimento alguno para arreglos de permisos de ninguna instancia, pero también sin ofrecimiento, para nadie de parte de la empresa constructora…esto habla muy bien de la transparencia y la honestidad de nuestras autoridades, la federales – como el INAH – las estatales y del municipio de Querétaro. Nada, absolutamente nada hay que esconder”.

Y de los presuntos riesgos que podría tener el Acueducto por esta obra, la defensa la hace el propio INAH, a través del Lic. Manuel Villaroel, Director de Licencias e Inspecciones de esa dependencia.

“Nosotros tenemos por mandato de ley, la obligación de velar por nuestro patrimonio, principalmente el arquitectónico y el histórico. Ese proyecto (Barrio Santiago) ha estado bajo la lupa del Instituto desde hace muchos año y se ha revisado con cuidado…se ha buscado tener una serie de análisis, de procesos – de construcción y diseño – que ha llevado años para asegurar y garantizar que el Acueducto esté bien revisado y que no haya ningún trabajo, ninguna obra de cualquier tipo, que pudiera afectar de alguna manera la estabilidad estructural del mismo Acueducto…no tenemos pues, ninguna información de que exista algún peligro…todos los días seguimos revisando esa obra”. Esta aclaración la hizo Manuel Villaroel con el periodista Joaquín López Dóriga el pasado 27 de septiembre.

Este será en realidad un nuevo espacio abierto al público, “porque además integrará otros cinco metros al ancho actual de la banqueta, lo que convertirá toda esta zona en un nuevo espacio peatonal para que los queretanos y nuestros visitantes, podamos admirar mejor el Acueducto” nos dice el Ing. Fernández.

La obra está siendo realizada por la empresa constructora Axende. El diseño es un concepto que contiene los más altos estándares arquitectónicos del prestigiado despacho Legorreta Arquitectos, de Víctor Legorreta.

El conjunto cuenta con amplios espacios, con corredores, que harán lucir aún más “nuestro Acueducto”.

“Mira – me dice el Ing. Alejandro Fernández, su constructor – tanto yo como mi familia, pretendemos quedarnos a vivir aquí. Este es, sin duda, el proyecto más complicado y largo en que me haya involucrado, pero también, te puedo decir ahora, el más querido, gratificante y el que más me llena de orgullo”.

Ya viene pues “Barrio Santiago”.