Amor a la Sabiduría, amor a la lectura

Filosofía es un vocablo que trasluce conocimiento e importancia, pero en no pocas ocasiones transmite temor o complejidad. Tenemos a la filosofía como un concepto abstracto, sumamente complejo y entendemos una actividad solo para intelectuales. Pero en realidad todos tenemos una vena filosófica. Como apuntaba Platón, “La filosofía es un silencioso diálogo del alma consigo misma en torno al ser”, y es innegable que todos, en algún momento, nos formulamos los grandes interrogantes sobre lo qué somos, de dónde venimos y así dónde vamos.

La filosofía, en su acepción más difundida, se entiende como «amor por la sabiduría». Es la ciencia que se ocupa de responder los grandes interrogantes que desvelan al hombre y cuyo camino nos permite alcanzar la sabiduría. Se distingue del misticismo, el esoterismo, la mitología y la religión por su énfasis en los argumentos racionales por sobre los argumentos de autoridad. La filosofía se construye por medio del análisis coherente y racional.

Y no podemos negarlo, el pensamiento filosófico es complejo, pero no imposible, tan solo debemos encontrar el medio adecuado para acercarnos a él. No es tarea exclusiva de intelectuales. Para ello, la lectura de libros adecuados nos puede acercar de manera amigable y entretenida al pensamiento filosófico y sus grandes exponentes. Evidentemente, como en todo conocimiento, lo recomendable es el acercamiento directo a las fuentes, pero claro que leer “La República” de Platón, “La política de Aristóteles” o la “Ética” de Spinoza, puede resultar en una experiencia traumática o desquiciante, sin el acompañamiento adecuado.

Aquí es donde interviene uno de los géneros más accesibles de la lectura; La novela. Por medio de una buena novela, podemos acercarnos a infinidad de conocimiento, ya sea histórico, de alguna profesión u oficio, o de los más grandes conceptos filosóficos. Obvio es, que una novela se conforma de ficción, pero se desprenden también grandes ideas y pensamientos, y mucho conocimiento. Ejemplo de ello, es la novela más conocida del escritor noruego Jostein Gaarder, “El mundo de Sofía”, quien terminó convirtiéndose en una obra conocida en todo el mundo traducida a 54 idiomas.

En lo personal, quien considero ha realizado un trabajo excepcional en este sentido, es el catedrático de la universidad de Stanford, Irvin D. Yalom. Ya nos había regalado dos excelentes novelas sobre el pensamiento de dos de las mentes más lucidas del pensamiento filosófico, cuya influencia es innegable en el conocimiento humano.

Con un estilo ágil y que atrapa, el autor expone el pensamiento de estos genios por medio de la confrontación imaginaria con otros personajes, reales en muchos casos, y ficticios en otros. Todo ello, desde la experiencia profesional del autor, la psiquiatría. El resultado no podría ser mejor: una forma sencilla, placentera y entretenida de acercarnos al más denso pensamiento filosófico. El día que Nietzsche lloró y Un año con Schopenhauer fueron novelas que me fascinaron, y en principio lo atribuía al conocimiento que sobre los filósofos tenía por haberlos leído directamente.

Pero recién termino de leer su novela El enigma Spinoza, en donde expone con su brillantez acostumbrada el pensamiento de uno de los más grandes filósofos que ha existido y que ha sido influencia para muchos otros. El resultado fue el mismo: mi fascinación por la obra. Pero en esta ocasión, poco sabía del pensamiento de Spinoza y nunca había leído alguna de sus obras. Inmediatamente me acerqué a una librería a adquirir las dos más importantes.

Por ello, me atrevo a recomendar los libros aquí mencionados a todos aquellos que son aficionados a la lectura, y con el ofrecimiento de que además se acercarán de manera sencilla y divertida a las grandes ideas filosóficas del pensamiento universal.