“A contraluz”

Recién concluyó el octavo mes de la administración local, un inicio de gobierno inédito que colocó al estado en la palestra inclusive internacional con hechos que sacudieron tanto la estabilidad social como la política.

Como es costumbre, en nuestro Querétaro emergieron los opinólogos y se autograduaron expertos en protección civil y seguridad pública, y ante el intento de algunos de desestabilizar, nos encontramos con un gobernador que frontal y transparentemente logró sortear los complejos momentos; sé que no todos coincidirán, pero nadie puede negar que Mauricio Kuri dio la cara desde el primer minuto en que vivimos los trágicos sucesos del Corregidora, el desgarrador deceso de Victoria y recientemente el homicidio del dueño del zoológico Wamerú.

Algunos parecen ignorar lo complejo del inicio del gobierno, han decidido no solidarizarse con el gobernador Kuri y fieles a su protagónico actuar han iniciado su lucha por un nuevo encargo público. Sí, no llevan ni 9 meses en el actual mandato y ya han hecho públicas sus aspiraciones. Roberto Sosa y Guillermo Vega, alcalde de Corregidora y diputado local respectivamente, han anunciado su deseo por encabezar la fórmula al Senado de la República por Acción Nacional, para de ahí buscar, comentan entre sus cercanos, la gubernatura en el lejanísimo 2027.

Con su adelantado proceder han emplazado a la presidenta del PAN, Leonor Mejía, a generar condiciones para que la designación sea en condiciones de equidad, misma quien no acusó recibo, porque a pesar de su corta experiencia sabe bien que los tiempos los dicta el mandatario estatal quien hoy se encuentra concentrado en gobernar y no desperdiciará el tiempo en atender los amagues de chantaje que desde ahora comienzan a emerger.

Lo de Sosa y Vega parece un intento por anunciar que como grupo político estarán, nuevamente, peleando por espacios en las boletas electorales. Roberto Sosa ha decidido ignorar que en política una encuesta debe considerar no sólo tu nivel de aceptación, sino además el nivel de conocimiento; y si bien debemos reconocer que el edil de Corregidora tiene buenos positivos, al interior del estado es poco conocido. Así que, aunque sus afines insistan en mostrar a un alcalde supuestamente querido (con un 6 de calificación promedio sobre 10, de panzaso “querido” pues), el que toma la decisión sabe que conocido no es.

De Guillermo Vega habría que esperar las aristas que surjan de los múltiples procedimientos penales y administrativos que se siguen contra funcionarios que lo acompañaron en sus periodos como presidente municipal de San Juan del Río, amén de que para los ciudadanos de aquella demarcación no pasa desapercibido el incremento en la inseguridad que se vivió durante su mandato, lo que llevó al entonces gobernador Francisco Domínguez a imponer un nuevo secretario de Seguridad Pública Municipal en el intento de revertir lo que era más que una simple percepción.

En el viejo régimen era inadmisible que alguien se adelantara y más con tanta anticipación; se acuñó inclusive aquella sentencia de que “quien se mueve no sale en la foto”. El intento de tomar por asalto las decisiones trianuales constituye en sí una falta de respeto para quien debe decidir, y sin duda, quien más pierde es la ciudadanía, porque ahora no sabrán si se ejecutan actos de gobierno o actos anticipados de campaña, porque será difícil empatar las agendas de un gobierno que busca resultados y otro que busca autopromoción. Lamentable por donde se observe, será necesario que alguien los detenga antes de que se desborden, que les hagan ver que no son novatos y que deben disciplinarse, de lo contrario, su rebeldía será considerada y ni la diputación federal, que en verdad saben que es para lo que les alcanzaría, les darán.