Transporte en Querétaro ¿Borrón y cuenta nueva?

El fin de semana, la noticia de la renuncia de David Sánchez Padilla estremeció a la clase política de Querétaro; el ahora ex titular del Instituto Queretano del Transporte da paso a Gerardo Cuanalo como sucesor en la dependencia.

Cuanalo, quien hace algunos años aspiraba a ser alcalde y quien además se ha desempeñado como diputado federal, tendrá que hacer frente a una de las dependencias con mayor conflicto histórico en el estado. Enfrentándose a un tema de movilidad y a demandas ciudadanas por este tema.

Siendo el tercer cambio en el gabinete de Mauricio Kuri en menos de un año, la responsabilidad es clara; el gobernador ha advertido que no habrá tolerancia a la incompetencia e incluso están en la mira las empresas Flecha Amarilla y ADO, advirtiendo que si no cumplen con los requerimientos se tienen que ir.

Por otra parte, es significativo que tanto este, como los otros cambios que se han presentado en la administración de Kuri González ocurren en dependencias que no solo resultan clave para la operación del estado, sino que también inciden en temas que afectan severamente a los intereses de la población, siendo estos seguridad y transporte.

Que el mandatario estatal haya decidido remover a sus titulares de Seguridad Ciudadana y Protección Civil tras el incidente en el partido Gallos-Atlas y que hoy haga lo propio con la titularidad del IQT, puede interpretarse como un interés por parte de su administración en hacer las cosas bien, sin anteponer lealtades.

Con menos de un día de haber rendido su protesta, el nuevo titular del IQT afirmó que ya hay fechas para las alcancías en unidades Qrobús; estas serían implementadas a finales de mes, buscando mejorar los pagos en efectivo.

Hay que recordar que este tema se había posponiendo constantemente, por lo que si Cuanalo cumple su palabra, dará un mensaje en el sentido de que hay voluntad política para mejorar el transporte público, sobre todo en la zona capitalina, que es donde ha causado más molestias.

Cabe destacar que los problemas con el transporte en la Zona Metropolitana de Querétaro son un lastre que se viene arrastrando desde administraciones pasadas. De hecho, ha sido una especie de “pivote político” en cada cambio de administración.

Solo hay que recordar, por ejemplo, el revuelo que causó hace 13 años el anuncio de que se abandonaría la histórica tarifa de 5 pesos para los autobuses urbanos, justo cuando el entonces gobernador priista, José Calzada Rovirosa, iniciaba su administración.

Después, en la era de Pancho Domínguez, se constituyó el actual sistema Qrobús, con las redes troncales en Constituyentes, Avenida de la luz y Pie de la Cuesta. Aunque se puede ser un progreso constante, factores como el crecimiento de la población hacen que este resulte siempre insuficiente.

¿Será que esta sucesión será el borrón y cuenta nueva que el sistema de transporte necesita para atender las demandas ciudadanas?