Salud de AMLO, caldo de cultivo para las especulaciones

Este domingo una nueva serie de rumores sobre la salud del presidente Andrés Manuel López Obrador corrieron como pólvora en redes sociales; había afirmaciones de que el mandatario se había desvanecido durante su gira de trabajo por Yucatán, de acuerdo con versiones de medios locales.

Las especulaciones de un infarto, entonces, surgieron naturales y en poco tiempo, tanto Jesús Ramírez Cuevas, vocero de la Presidencia -de manera abierta-, como quien administra las cuentas oficinales del presidente – de manera velada- negaron dicha versión, asegurando que el presidente había cancelado sus actividades debido a un tercer contagio de Covid-19.

No es la primera vez que se especula sobre la ocurrencia de este tipo de evento, tan solo el pasado 2 de abril hubo rumores de que el mandatario había sufrido un infarto que le habría impedido acudir a “macanear” con Mariano Rivera, leyenda de los Yankees, de acuerdo con una versión difundida por Pedro Ferriz de Con y de otros periodistas, como López Dóriga.

El presidente se contagió por primera vez de Covid en enero del 2021, en aquella ocasión los rumores y especulaciones sobre su salud se multiplicaron en las redes sociales, y versiones de un infarto y otras cuestiones fueron objeto de discusión en las plataformas virtuales. Lo cierto es que, después de cinco días, el mandatario reapareció en un video para despejar dudas sobre la viabilidad de continuar al frente de la presidencia.

Las ideas constantes sobre un posible infarto se sustenta en el historial médico de López Obrador, quien sufrió un ataque al corazón en diciembre del 2013 que lo puso en riesgo de muerte, sin embargo, gracias a la oportuna atención médica pudo sobreponerse a este incidente, sin embargo, gracias a filtraciones de información en los últimos años, se sabe que Obrador tiene un marcapasos, así como diversas enfermedades crónico-degenerativas que lo ponen en riesgo de un nuevo episodio de esta naturaleza.

No es de extrañar que la salud del presidente sea un elemento de interés central para la mayor parte de los mexicanos, pero sobre todo, para los integrantes de la oposición, pues la capacidad de gobernar se vería inminentemente disminuida ante una afectación de salud mayor e implicaría la posibilidad de que se implementara un interinato, escenario del que no se tiene símil en la historia reciente de México.

Por lo pronto, el secretario de Gobernación, quien tomó la batuta de la mañanera, aseguró que no existió ningún infarto y que el presidente se encuentra fuera de riesgo y que las suposiciones que circulan en redes son “producto de la malquerencia de algunos”.

Lo cierto es que la salud del presidente siempre será de interés general, y que siempre será necesario despejar cualquier duda en torno al tema; en algunos días se podrán despejar los rumores y se sabrá, con certeza, si solo se trató de un tercer contagio o, tal vez, algo más.