Militarización aeroportuaria de México
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ha caracterizado por entregar al Ejército Mexicano una gran cantidad de responsabilidades y ahora también 17 de los 62 aeropuertos del país
Despertamos esta mañana con la noticia de que la milicia mexicana controla 17 de los 62 aeropuertos que existen en nuestro país ¿podrá esta militarización alcanzar al Aeropuerto Internacional de Querétaro?
Pero, antes de adentrarnos en las consecuencias que podría atraer a la terminal aérea la entrada de militares es importante conocer el contexto en que se da este proceso.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ha caracterizado por entregar al Ejército Mexicano una gran cantidad de responsabilidades, que van más allá de garantizar la seguridad nacional, en un proceso que ha sido denominado militarización.
Actualmente las Fuerzas Armadas de nuestro país están a cargo de labores policiales en todos los estados, se les ha cedido la batuta en la construcción del Tren Maya y diversos proyectos de construcción, además del poder sobre los aeropuertos, incluyendo al más concurrido de todos el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Fue el 28 de junio de este año cuando el presidente López Obrador anunció que le cedería el control del principal aeródromo del país a la Secretaría de la Marina, en esa misma mañanera comunicó que a esta dependencia también pasarían el Aeropuerto de Ciudad del Carmen, el de Ciudad Obregón y el de Guaymas.
Mientras que la Secretaría de la Defensa Nacional se encargaría del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el Aeropuerto de Tulum, Campeche, Puebla, Chetumal y Nuevo Laredo. Todo bajo el argumento de erradicar la corrupción y al crimen organizado de estos espacios.
El poder del Ejército es tanto que si fuera una persona sería la tercera más rica del país, los activos en poder de las Fuerzas Armadas fueron tasados en 15 mil 000 millones de dólares, por el observatorio México Cómo Vamos, para mediados del 2022.
Aunque la seguridad es un tema crucial en las comunicaciones aéreas, el elemento militar no es necesariamente la mejor opción. Pongamos como ejemplo el Aeropuerto Internacional de Querétaro, el cual recientemente ha sido reconocido como uno de los mejores del país, con altos niveles de seguridad. Este aeródromo se ha convertido en la alternativa al caos del AIFA y la congestión del AICM.
El ingreso de elementos militares podría, en efecto contribuir a la seguridad, no obstante el personal de las Fuerzas Armadas no está capacitado para propiciar el ambiente de desarrollo comercial y en este punto preocupan los impactos que tendrá en la industria de la aviación.
