‘Manita de puerco’

El lunes, en Las Margaritas, Chiapas, uno de los más importantes bastiones del EZLN, el presidente Enrique Peña Nieto presentó con bomba y platillo la “Cruzada Nacional contra el Hambre” que en un principio pretende llegar a 7.4 millones de personas de 400 municipios del país.

Hoy el gobernador de Querétaro, José Calzada –que asistió a la presentación del programa, dicen, copia fiel del “Hambre cero” implementado en Brasil por Luis Inacio Lula Da Silva– declaró ante los medios locales que confía en que este programa llegue a los municipios más necesitados de la entidad.

El mandatario estatal mencionó que hasta ahora no poseía información acerca de cuáles son los ayuntamientos de esta tierra que estarían entre los beneficiados con la medida.

Sin embargo, el Decreto por el que se establece el Sistema Nacional para la Cruzada Nacional contra el Hambre publicado hoy en el Diario Oficial de la Federación  contiene ya el listado de los 400 municipios que recibirán ayuda de la federación.

¿O sea que las autoridades estatales no podían saberlo de antemano y debían enterarse cuáles de sus municipios participarían de dicha Cruzada leyendo el Diario Oficial de la Federación de hoy?

Con sorpresa notamos que los dos únicos ayuntamientos queretanos que aparecen en esa lista son Querétaro y San Juan del Río.

La sorpresa se hace mayúscula cuando, según el anuncio realizado el 21 de enero por Peña Nieto, asegura que los municipios fueron elegidos –por decirlo de alguna manera- con base en cifras del Consejo Nacional de la Política de Desarrollo Social, el CONEVAL.

En septiembre de 2012, el delgado federal de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) Jorge Ortega González, dijo a Diario de Querétaro que en el municipio de Pinal de Amoles el 40 por ciento de su población se encuentra en un estatus de media a muy alta marginación.

De ahí, continúa el delegado federal, le siguen los municipios de Landa de Matamoros, Jalpan de Serra, Arroyo Seco, San Joaquín, Amealco y Tolimán.

Un día después del anuncio del gobierno federal, el mismo Calzada enumeró que Pinal de Amoles, Landa de Matamoros, Arroyo Seco, Amealco, San Joaquín, Peñamiller y Tolimán son las demarcaciones más vulnerables de Querétaro.

¿Por qué entonces ninguno de esos municipios entra en la lista de los 400 beneficiados de la Cruzada contra el Hambre?

¿A qué fue entonces el mismo gobernador Calzada cuando visitó a la titular de Sedesol, Rosario Robles, la semana pasada en el DF, poco antes del anuncio de Peña Nieto?

¿Será que no le aclaró a la ex jefa de Gobierno del Distrito Federal cuáles son las comunidades más necesitadas de la entidad?

O, por el contrario, ¿le hicieron manita de puerco a la experredista para que incluyera en la lista a Querétaro y San Juan del Río, dos de los bastiones más importantes para el priismo queretano?

Vienen también a cuento las declaraciones de Erik Osornio Medina, secretario de Desarrollo Social del ayuntamiento capitalino, quien aseguró que la capital se encuentra en los últimos 40 lugares a nivel país en presentar altos niveles de pobreza alimentaria, por lo cual no recibiría apoyo de la federación en este rubro.

¿Entonces por qué Querétaro capital sí entró en la lista de la Cruzada Nacional contra el Hambre?

Por supuesto que no hay que menospreciar el hecho de que la pobreza y el hambre existen en estos dos municipios, pero según las cifras no son los más necesitados.

¿Por qué no empezar con los municipios serranos que son, además, productores de inmigrantes?

Son preguntas que siguen en el aire y están a la espera de que alguna autoridad tenga la bondad de responder.