La reforma judicial local divide a Morena en Querétaro; no se pueden poner de acuerdo

La discusión sobre la reforma judicial en Querétaro ha dejado de ser un asunto meramente legislativo para convertirse en una pugna interna dentro de Morena. Las recientes declaraciones de los diputados Homero Barrera y Sihué Piedragil en contra de la presidenta del Congreso, Andrea Tovar Saavedra, muestran que el partido enfrenta una fractura que va más allá del contenido de la reforma.

Los legisladores sostienen que su iniciativa, presentada el 24 de febrero, busca “complementar y completar el marco jurídico institucional”, mientras que acusan a Tovar de entorpecer el proceso. Piedragil incluso afirmó que “si hubiera habido voluntad política, el compromiso con la transformación de este país desde la mesa directiva, se hubiera terminado el 29 de enero este proceso”.

El conflicto no solo es de procedimiento legislativo, sino de liderazgo y representación. Barrera y Piedragil consideran que la presidenta del Congreso ha actuado con un conflicto de interés al haber trabajado en el Poder Judicial estatal, lo que a su juicio debió llevarla a excusarse del debate.

“Es evidente que tiene un conflicto de interés y más aún cuando es evidente que desde el propio Poder Judicial no existe la intención y el interés de que se cumpla este mandato popular y constitucional”, acusó Barrera.

Diputados de Morena llaman a su bancada para aprobar la reforma judicial en Querétaro

Además, los legisladores reprochan que la presidenta haya hecho público el desacuerdo en lugar de resolverlo internamente.

“Lamento más que esto se haga público porque deben de entender que la diputada representa a un poder, que nos representa una soberanía”, expresó Piedragil. Incluso agregó que “ni nuestros opositores nos tratan así o nos señalan así”, dejando en claro que el conflicto ha escalado hasta un punto en el que consideran que la mesa directiva no está alineada con el movimiento de la Cuarta Transformación.

Más allá de la discusión sobre la reforma judicial, esta confrontación deja en evidencia la falta de cohesión en Morena en Querétaro. En lugar de una bancada unificada, el partido muestra divisiones profundas entre sus legisladores, quienes no dudan en cuestionar públicamente a sus propios compañeros.

Este episodio no es aislado y refleja una tendencia en otros congresos locales y a nivel federal: Morena enfrenta dificultades para mantener la disciplina interna y evitar pugnas que afectan su imagen y efectividad legislativa. En Querétaro, la gran interrogante es si estas diferencias podrán resolverse a través del diálogo o si la confrontación interna seguirá afectando la agenda política del partido en el estado.