×

Busquedas Populares


×

Opinión



Secciones




¿Jaque al Ombudsman?

Por Staff Códice Informativo - 18/12/2013

La gestión de Nava Alvarado, dicho por él mismo en Decodifica, ha sido firme en los señalamientos y recomendaciones contra actos violatorios prácticamente de todos los poderes, municipios, colores y sabores.

 ¿Jaque al Ombudsman?

Desde hace unos días se venía escuchando en los corrillos políticos que el Tribunal Superior de Justicia de Querétaro  podría observar el proceso en que resultó electo Miguel Nava Alvarado como titular de la entonces Comisión Estatal de Derechos Humanos.

La LVI Legislatura, encargada de emitir la convocatoria para seleccionar un nuevo ombudsman, determinó que la edad máxima para aspirar a este encargo sería de 60 años; acto que motivó a José Luis César Pérez Guzmán -71 años de edad- a interponer un recurso de inconformidad, al considerar que dicha convocatoria fue discriminatoria.

La lógica parece favorecer a José Luis César Pérez Guzmán, quien aspiró a encabezar una dependencia cuya función fundamental es tutelar los derechos de todo individuo en su plenitud y promover la igualdad entre las personas.

En el resolutivo de la Sala Constitucional del Tribunal Superior de Justicia, se estableció que la LVI Legislatura violó los derechos humanos de José Luis César Pérez Guzmán.

Esta noticia no ha caído nada bien al presidente de la Defensoría de los Derechos Humanos de Querétaro, Miguel Nava Alvarado, quien en un diálogo con Claudia Ivonne Hernández y Dante Aguilar en el noticiario Decodifica, consideró el resolutivo como improcedente.

Los argumentos de Miguel Nava se fundamentan en que los diversos ordenamientos legales coinciden en que existe un límite de edad para distintos cargos, como tos de Miguel Nava se fundamentan en que los diversos ordenamientos legales coinciden en que existe un límite de edad para distintos cargos, como puede ser el de Magistrado del mismo Tribunal.

Incluso el ombudsman señalaba en el noticiario Decodifica que el mismo criterio se aplicaría si algún aspirante con menor edad de la establecida argumentará también alguna discriminación.

En torno a este tema, vale la pena considerar que en la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, no establece una edad límite como requisito para ser titular de dicha dependencia. En la fracción II del artículo 9 de dicho ordenamiento sólo considera que el Presidente deberá tener 35 años cumplidos al día de su elección.

En la forma, queda entonces para la discusión si debe existir una edad límite para la elegibilidad de los aspirantes. Sólo habrá que recordar que en el mismo poder Ejecutivo del estado hay un claro ejemplo de que ésta no es una limitante para considerar la capacidad de una persona, y nos referimos al influyente secretario Técnico del gobernador, Alejandro Espinosa Medina.

Hasta ahí pues, en lo que se refiere a la forma, pero en el fondo también hay elementos que se deben de considerar detrás de esta resolución, como en cualquier partida de ajedrez.

El hecho de que el tema haya avanzado lentamente, cual neblina londinense, hasta llegar a convertirse en un acuerdo de una Sala del Tribunal Superior de Justicia del Estado es la primera señal que debemos considerar, ya que la interpretación constitucional podría quizá haberse desechado. No obstante, la bola de nieve llegó hasta este punto, lo cual no es un tema menor y, por el contrario, abre la posibilidad de que el poder Legislativo ordene un nuevo proceso de elección.

La gestión de Nava Alvarado, dicho por él mismo en Decodifica, ha sido firme en los señalamientos y recomendaciones contra actos violatorios prácticamente de todos los poderes, municipios, colores y sabores, “incluso contra la Universidad Autónoma de Querétaro…”  lo cual en una primera etapa debe ser reconocido.

Aunque, hay que reconocer que si las recomendaciones han causado ámpula en los organismos señalados, también lo han hecho la forma en que las ha presentado el ombudsman.

Círculos cercanos se preguntaban qué era peor, ¿el mal o el remedio?; es decir, que se observe un proceso de una Legislatura que no se encuentra ya en funciones; o que se pueda quizá destituir a Nava Alvarado, personaje que en su gestión no ha logrado consolidar una relación institucional con los diversos actores políticos y sociales en la entidad.

La jugada maestra en este juego de ajedrez es que:

1. Si Nava Alvarado es reemplazado en una nueva elección, se abre un nuevo capítulo de un equilibrio institucional entre la Defensoría de los Derechos Humanos en Querétaro, el ordenamiento legal y la personalidad de quien le representa.

2. Si en esta nueva elección se ratifica a Nava Alvarado, él  deberá acusar recibo del mensaje que le ha sido enviado de no renunciar a la búsqueda y la defensa de los derechos humanos, pero sí moderar su personalidad.

Y es que si algo ha demostrado el ex delegado de la PGR en Aguascalientes es la pasión y conocimiento del tema, pero también una tendencia a la irritabilidad que le limita.

Vamos a ver como procesan esos “maestros ajedrecistas” de la Junta de Concertación Política de la LXVII Legislatura, el caso de la Defensoría de los Derechos Humanos en Querétaro,  y los movimientos que  haga el alfil Nava Alvarado.


Otras notas



De nuestra red editorial