Horus, la punta del Iceberg

En días recientes se presentó un hecho aislado más en Querétaro, en que un proyectil de bala se impactó en la carrocería de un vehículo estacionado en la Exhacienda La Laborcilla.

Dicho evento viene a sumarse a una serie de acontecimientos que han impacto en la percepción de la gente. Si bien antes eran esporádicos, ahora, cada vez son más recurrentes.

En Querétaro, en el primer semestre del año se han presentado 14 denuncias por lesiones ocasionadas con arma de fuego y 11 homicidios dolosos bajo esta modalidad. En todo el año 2013,  se denunciaron 10 lesiones y cinco homicidios, en ese mismo renglón.

El Bar College y el ANGUS son algunos de los sitios en donde un arma de fuego fue detonada; esto nos deja claro que en la vida nocturna de Querétaro algunas cosas han cambiado y el control y revisión de la portación de armas no es efectiva, ni por parte de la autoridad y mucho menos por los establecimientos.

Una bala impactada en el cofre de un vehículo tal vez no es un tema delicado para algunos, pero la situación se complica cuando el propietario de la unidad es un político vigente con la responsabilidad de la representación de la entidad ante el Congreso de la Unión, así como uno de los actores protagónicos en la sucesión gubernamental que se avecina para el 2015.

Entre la información que ha circulado hay evidentes contradicciones  por parte de cada una de los actores involucrados. Por ello, la importancia de dejar a un lado las hipótesis sobre lo ocurrido esa noche,  y mejor esperar las señales de certeza que van más allá de los trascendidos.

La opinión pública demanda una verdad jurídica acompañada de los elementos técnicos suficientes que nos permitan saber quién detonó el arma, cómo fue que se impactó en ese vehículo,  y si el arma cuenta o no con registro, etc. La dirección de Servicios Periciales de la PGJQ tiene la responsabilidad de esa tarea.

En el expediente de este caso se señala que en un principio el funcionario que conoció de lo ocurrido indicó que el propio denunciante buscara la ojiva y se la llevará al MP. Esto revela que en el tema de los protocolos de actuación en la propia dependencia hay un área de oportunidad considerable al quinto año de gobierno en funciones.

Se ha pedido la intervención de autoridades con mayores alcances en materia pericial; interesante serán sus conclusiones.

Sabemos que los tiempos de la averiguación no pueden estar supeditados a las líneas editoriales, pero sí a la eficiencia. Mientras más tiempo trascurra, mayores cuestionamientos habrá para la Institución.

Uno de los factores que podría estar impactando en la eficiencia en las investigaciones es el notable incremento en las denuncias. Y es que, en el primer semestre del 2014, Querétaro tuvo un acumulado de 17 mil 382 averiguaciones previas, contra las 13 mil 410 que se dieron en el mismo periodo del año anterior, lo que reflejó un incremento de alrededor de 30 por ciento, según lo señalan los reportes del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

El robo ocurrido en una importante cadena departamental y la situación que enfrenta día con día el sector del comercio en Querétaro ya no son asuntos menores, prueba de ello  lo refleja el aumento cercano al 45 por ciento de robos con violencia en el primer semestre del 2014, frente a igual lapso de 2013.

Preocupa que la caída del proyectil en el estacionamiento del Bar Horus sea uno más de los hechos aislados que ocurren en Querétaro; y preocupa, quizá más, que pueda ser la punta de un iceberg llamado inseguridad.