Hoja de ruta

¿Braulio, como estás? Le preguntó Enrique Peña Nieto aquella mañana del cinco de febrero cuando su helicóptero aterrizó en los empastados del San Javier. Mira, Enrique, te presento a Roberto, terció el gobernador Calzada interrumpiendo el diálogo entre el Presidente y el legislador queretano, pero el reconocimiento del Primer Mandatario a Guerra Urbiola ya estaba dado.

Más allá de eso, los que saben dicen que la cercanía entre Peña y Guerra tiene como origen la operación política del segundo en la época en que EPN gobernaba en el Estado de México. Por lo que se presume que el diputado local podría estar arropado por la oligarquía tricolor.

El propio Braulio, se ha encargado de correr la versión con los cercanos sobre sus aspiraciones a la gubernatura de Querétaro. Propios y extraños no terminan de creer dicha tesis, los más avezados suponen que dicha premisa constituye un estratagema para “zanjear” a alguno de los candidateables más adelantados por el Revolucionario Institucional.

Y es que viéndolo de forma fría si Braulio se sube a la carrera por la gubernatura, es probable que dicho proyecto le reste fuerza a alguno de los dos que se ven en la imaginaria, Tonatiuh Salinas o Roberto Loyola. Sin descartar en un tercer plano a Jesús Rodríguez Hernández.

Esto, a la postre, podría traer cierto capital político para Guerra, mismo que serviría como herramienta de negociación en caso de que su proyecto a la gubernatura no cuajara en el corto plazo.

Y es que visto fríamente, Braulio Guerra podría estar ya diseñando su hoja de ruta para las próximas tres elecciones; empezando por el 2015 donde la candidatura natural sería a diputado federal, aunque por el capital político que está acuñando y dependiendo de las circunstancias, bien podría aparecer en una cartera importante en el próximo gabinete estatal.

En 2018, sin duda, nuestro personaje podría crecer al grado de buscar el Senado de la República o bien el Centro Cívico municipal; para finalmente en 2021 echar toda la carne al asador por la gubernatura de Querétaro.

Muy probablemente la hoja de ruta del político queretano se encuentra ya diseñada, planeada, impresa, aunque esto no signifique que pueda estar definida, recordemos que la política es el arte de aplicar en cada época de la historia aquella parte del ideal que las circunstancias hacen posible.