Hacienda, ¿el enemigo interno de la 4T?
Los señalamientos de Germán Martínez son fuertes porque apuntan y critican a una de las políticas que es eje fundamental de toda la narrativa del gobierno de López Obrador: la austeridad republicana
Foto: Especial
Hay quienes ven en la renuncia de Germán Martínez a la dirección del IMSS la primer gran crisis al interior del gabinete de Andrés Manuel López Obrador, y no es el fondo, sino la forma: el expanista se fue de la administración federal con una lista de señalamientos en contra de la operación que realiza Hacienda de los recursos de este instituto.
La renuncia, aseguran, sería la prueba irrefutable de que hay una fuerte pugna al interior del gabinete del presidente, que en semanas pasadas ha generado rumores sobre la renuncia de otros personajes esenciales en el discurso del lopezobradorismo.
Lo cierto es que la salida, aunque importante, no se da en áreas que sí podrían generar un verdadero cisma al interior de la 4° Transformación, como sería Gobernación, Hacienda o Economía.
Sin embargo, los señalamientos de Germán Martínez son fuertes porque apuntan y critican a una de las políticas que es eje fundamental de toda la narrativa del gobierno de López Obrador: la austeridad republicana.
Los ajustes, los amarres, los recortes de personal han vuelto crítica la operación de ciertas áreas que, sin duda, tardarán en acoplarse a la nueva dinámica, esto en el mejor de los casos.
La encomienda de eficientar y ahorrar recursos se está aplicando a rajatabla desde la secretaría comandada por Carlos Urzúa, a quien nunca menciona Germán Martínez, pero que sería el objeto directo de sus críticas.
Germán no sería el primero en tener diferencias con Urzúa, pues en semanas pasadas se corrió el rumor de la salida de Alfonso Romo debido, en gran medida, a las discrepancias en materia económica que tiene el jefe de la Oficina de la Presidencia de la República con el titular de la SHCP; las partes involucradas, sin embargo, salieron a desmentir esta versión.
Para López Obrador la salida del expanista no generó mayores aspavientos, lo cual podría entenderse debido a que Germán Martínez significó más un elemento de coyuntura política para consolidar su proyecto rumbo a la presidencia que un verdadero incondicional de la 4T.
El nombramiento al frente del IMSS fue una retribución al aporte realizado una vez concretada la victoria electoral más que un verdadero reconocimiento a las capacidades y experiencia de este para comandar el instituto.
La persona que llega a sustituirlo, Zoé Robledo, de igual forma, cuenta con poca experiencia en el sector, pero con amplio reconocimiento entre las huestes obradoristas, con lo que se haría un ajuste de tuerca para evitar que se vuelva a presentar una situación de discordia en el IMSS.
Sin embargo, queda en el aire la sensación de inconformidad en el primer círculo del presidente, y a nadie sorprendería que en el corto plazo se pueda presentar otra renuncia… Veremos.
