×

Busquedas Populares


×

Opinión



Secciones




¿El viejo o nuevo PRI?

Por Staff Códice Informativo - 12/03/2013

La gran duda de este magno evento priista es cuánto costó la organización y quiénes le “entraron” con su cuerno

 ¿El viejo o nuevo PRI?

Fue un evento para el recuerdo. Un evento que congregó al pasado, presente y futuro del PRI. Lleno de símbolos y señales políticas.

Fue la toma de posesión de Alonso Landeros como el nuevo dirigente estatal del tricolor, que estuvo marcada de diversas señales políticas.

Será él, pues, quien intente llevar a ese partido político al triunfo en las tan mencionadas elecciones gubernamentales de 2015; será quien le rinda cuentas al primer priísta del estado, y será quien prepare los procesos internos para las tan deseadas candidaturas.

Este evento, en la Unidad Deportiva Josefa Ortiz de Domínguez, ubicada en la capital queretana, seguramente será recordado por lo magnificente y multitudinario. Y seguramente él, Landeros, nunca lo olvidará. Y es que cuando el gobernador lo citó en su despacho por primera vez, nunca imaginó el tamaño de la toma de protesta que iba a tener.

Dicen los conocedores de la historia política de Querétaro que nunca se había registrado un evento de tal dimensión y apoyos en un partido político local en la entidad. Y menos aún, teniendo como gobernador a uno de sus militantes. Ni del PRI, ni del PAN.

Claro, sin contar los encuentros y tomas de posesión de personajes del ámbito nacional como el entonces candidato Enrique Peña Nieto o la toma de posesión de Humberto Moreira, en el Querétaro Centro de Congresos, que colapsó el tránsito en la zona surponiente de la capital, y mucho menos la presencia de Andrés Manuel López Obrador en Plaza de Armas.

Tal vez por eso fue necesario hacer un cambio de sede. Y es que no podía faltar la ya tan conocida cargada y acarreo, con autobuses que provenían de todos los rincones del estado. De algo habían servido sus recorridos por todos los municipios.

Algunos de los camiones, dicen los enterados, fueron apoyados por las autoridades municipales y otros por los comités locales del tricolor. Eran las imágenes de los años 80, pero en pleno 2013. Había tortas, desayunos, gorras y playeras.

Para ello se mandaron hacer 10 mil gorras y otro tanto de playeras, todas blancas, pero con diferentes leyendas alusivas al nuevo PRI. Todas se acabaron.

Aunque también entre los priístas hay clases y clase… Al menos así lo hacían ver quienes portaban con orgullo la famosa guayabera colorada o la chamarra de piel con los logos del partido, como el caso del dirigente nacional, César Camacho Quiroz.

En este encuentro del tricolor, en el que la cifra de invitados superaba los 10 mil, según el testimonio de los presentes, hubo tres oradores:

Alonso Landeros, el ex presidente municipal de Pedro Escobedo y a partir del sábado presidente del Comité Ejecutivo Estatal, quien habló con un tono de compromiso de ir por los triunfos en las siguientes batallas electorales y de marcar su raya del pasado reciente, de rechazar cualquier simulación al interior del partido.

Ah, también habló de dejar atrás el PRI braulista, aquel PRI que algunos nombran de escenografía.

El discurso de César Camacho fue festivo, con su línea del nuevo PRI y de los retos electorales por enfrentar unidos, claro, no podría ser de otra forma.

“Vamos a ganar porque vamos a postular a los mejores candidatos, vamos a construir escuchando las mejores propuestas y, con ello, fortalecer el liderazgo de Enrique Peña Nieto”, apuntaba en su mensaje. Un discurso y gesto que mostraba su sorpresa, por la intensidad y emoción que emanaba de los asistentes.

Y en ese mensaje muchos de los asistentes se encartaban… Algunos priístas de antaño y otros de reciente afiliación e incluso uno que otro presunto priísta, que busca a diestra o siniestra llegar a una candidatura en 2015.

Se mostraba hacia el exterior un PRI unido, fuerte y numeroso. Cómo se notaba que la crisis de 2006 y las recientes derrotas locales en 2012 habían sido superadas.

Y finalmente el último orador fue el primer priísta del estado, o como lo describió Landeros en su twitter: el mejor activo del priismo estatal, José Calzada, con su mensaje enjundioso, diferente al de sus actos de gobierno, entusiasta y motivador, en el que llamaba a sus correligionarios a trabajar de cerca con la gente.

Se notaba su papel de llevar las riendas del partido, de ser el guía.

Sus mensajes y escenarios del acto priísta contrastaban con el que al mismo tiempo llevaba en un salón de fiestas el diputado federal panista, Ricardo Anaya, para dar su informe de labores, muy al estilo Steve Jobs, con un despliegue de tecnología.

El evento priísta era a la vieja usanza de las grandes glorias del tricolor, populista pero institucional, si cabe el uso de los términos.

Y en medio de toda esta algarabía, acompañada de la música de banda, concluía el evento.

Ahora, igual que al inicio, se podía medir el aplausómetro y saludómetro, en el que distinguidos priístas como Enrique Burgos o Mariano Palacios Alcocer tardaban más de 30 minutos en despedirse, mientras que otros presuntos priístas salían de manera muy ágil, detrás del cabeza, del mejor activo del priísmo estatal.

Varias dudas dejó el evento.

¿Cuánto costó tanto derroche de propaganda, músicos, autobuses, sillas y artículos como las gorras, lonas y demás objetos?

¿El tan conocido y negado diezmo estuvo detrás de los pagos a los proveedores?

¿Quién fue el aspirante más beneficiado con su presencia en esta toma de posesión?

¿Ese derroche de recursos será el que la gente del pueblo quiere ver en el nuevo PRI?

Los retos de Landeros

Una vez terminada la fiesta y la algarabía, Alonso Landeros debe atender varios retos en el corto plazo:

El presidente del Comité Estatal del PRI deberá llevar a buen puerto la reestructuración de las dirigencias locales y centrales que integran a ese partido.

En la CNC se habla de la posible llegada de dos gallos: Daniel Trejo, ex alcalde de Ezequiel Montes en la época de Mariano Palacios Alcocer, y Abelardo Ledezma, ex alcalde priísta de Cadereyta en el sexenio garridista.

A la CNOP todo indica que llegará Juan José Ruiz, quien se viene preparando en las tareas de la política para superar el fracaso de la derrota el 1 de julio como candidato a diputado federal. Dicen los que le conocen de cerca que tras ese trago amargo, le ha tocado aprender el difícil arte de hacer política tanto en la práctica como en la teoría.

En la Organización de Mujeres Priístas, ONMPRI, la terna está integrada por la diputada Eunice Arias, la regidora capitalina Mariana Septién y Graciela Gorráez Aguilera, quien actualmente es jefa del Departamento de Atención e Información Turística en la Secretaría de Turismo estatal, y para señas más particulares, es hija del contralor de gobierno estatal, Juan Gorráez Enrile.

Los enterados y analistas de la política local dicen que ella tiene grandes posibilidades, por el hecho de no venir del grupo Braulista. Al tiempo lo sabremos.

En la renovación de los comités municipales los primeros en estrenar dirigentes son los de Querétaro y San Juan del Río, curiosamente los mismos municipios que recibirá ayuda de la Federación en el marco de la Cruzada Nacional contra el Hambre.

Veremos qué tal será la toma de posesión de sus dirigentes locales, aunque en el caso de la capital seguramente predominará un estilo sobrio, en un foro de menos dimensiones, muy al estilo local.

Mientras tanto, unos y otros seguirán recordando la toma de posesión de Alonso Landeros, donde el viejo y nuevo PRI estuvieron presentes.


Otras notas



De nuestra red editorial