El rey ha muerto, ¡viva el rey!

No ha pasado ni un par de días del inicio del mandato de Mauricio Kuri cuando ya han empezado a aflorar las señales de distanciamiento con la administración de su predecesor, Francisco Domínguez Servién.

Resulta que en su cuenta oficial de Twitter, Kuri agradeció a Marko Cortés, líder nacional del partido que los cobija tanto a él como a su predecesor, por el apoyo que le ha brindado en el arranque de su administración.

Este gesto sería irrelevante y pasaría desapercibido dentro de la política queretana si no fuera por el sencillo hecho de que la administración de Domínguez Servién concluyó con notorias diferencias entre el entonces gobernador y el presidente de su partido. Mientras Mauricio Kuri publicaba su tuit de agradecimiento, Pancho Domínguez, tuiteaba también, pero en un sentido mu diferente: en su publicación, el exmandatario declinó respetuosamente una invitación de Marko Cortés para ser coordinador territorial del PAN en cuatro estados de cara a las próximas elecciones.

Aunque respetuosa, la respuesta de Pancho Domínguez a Marko Cortés no estuvo exenta de la rispidez que caracterizó a su relación tras las elecciones internas en el partido. Entre otras cosas, el exgobernador sugirió al presidente del partido que se enfocara en ganar elecciones, así como él se había enfocado en convertir a Querétaro en un estado de vanguardia.

Y es que en los últimos meses, incluso el primer círculo de Domínguez, sus más cercanos, comenzaron los trabajos de estrategia y las debidas prospecciones ante su posible llegada a la dirigencia del PAN. Sin embargo, esto último solo quedó como anhelo, pues, como se puede ver, sus más cercanos ya están dando muestras de alejamiento.

Las diferencias entre Pancho Domínguez y Marko Cortés no terminan aquí. El empeño del exgobernador en mantener buenos términos con Andrés Manuel López Obrador podría deberse también a que comprende los motivos por los que el presidente mantiene sus índices de aprobación y más importante aún, los motivos por los que llegó a Palacio Nacional en 2018. Para Pancho Domínguez, el votante de AMLO no es un ignorante ni un ente manipulado, sino un eterno inconforme con el estado de las cosas en el país.

Esto también quedó patente en la decisión que tomó de renunciar a la contienda interna del PAN horas antes de que senadores del partido acompañaran a Marko Cortés en el que quizá fue el evento político más polémico en la historia reciente: la recepción de un contingente de integrantes del partido español Vox, caracterizado por su postura ultraderechista y xenófoba contra las poblaciones latinoamericanas.

Es así que el respaldo de Kuri a Marko Cortés podría ser un indicio que marque distancia con la administración de su predecesor, lo cual es natural, pero también curioso, considerando que, en más de un sentido, Domínguez contribuyó a la carrera de Kuri al igual que a la del alcalde reelecto de Querétaro, Luis Bernardo Nava, quien hoy se suma también a las filas de apoyo para Cortés.

En la política, hay que entenderlo, este tipo de situaciones son el pan de cada día. Dicen que durante su lecho de muerte, el líder soviético José Stalin recibió constantes lisonjas y agasajos por parte de su equipo de colaboradores. Su segundo al mando, el general Laurenti Beria, incluso le besaba las manos mientras el gran líder rojo agonizaba. Cuando falleció, lo primero que hicieron Beria y los demás fue ir a lavarse la boca. Como dice el viejo dicho: “El rey ha muerto, ¡viva el rey!”.