Disparos a la carta

Todo indica que se ha convertido en un patrón el que exista disparos de arma de fuego al interior o en la cercanía de restaurantes en Querétaro y, en muy pocos casos, la capacidad de reacción de la autoridad ha logrado la captura de los agresores.

Este tipo de hechos, como el ocurrido la noche del sábado en un restaurante ubicado en las cercanías de la Plaza de Toros,  reflejan dos factores que deben preocupar tanto a las autoridades, como al sector empresarial y principalmente a la ciudadanía.

1.- Pese a los programas de canje y registro de armas, el uso de este tipo de artefactos  en las calles y en el interior de inmuebles comerciales es una realidad, que sigue cobrando vidas.

2.- El nivel de impunidad de los agresores también es de llamar la atención, pues hasta ahora no se ha dado con los atacantes de casos como el de los disparos en el interior del Angus en diciembre de 2013, o el del homicida de un hombre afuera de una taquería ubicada en Constituyentes en marzo de 2014, ni se ha sabido nada acerca de la bala perdida en la camioneta de un senador o de la persona que asesinaron a Rubén Yáñez Ortiz, medio hermano del dirigente estatal del  partido Movimiento Ciudadano, José Luis Aguilera Ortiz; o el caso del Atorón Grupero o el College, por mencionar algunos en los que también hubo disparos.

De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública, en los primeros siete meses del 2014, se reportaron ante el MP 16 homicidios dolosos con arma de fuego en Querétaro, julio fue el mes con mayor incidencia, con cinco casos.

Lo peor de esto es que el año pasado al cierre de julio, sólo se habían reportado tres casos de homicidios dolosos con arma de fuego. Y en todo el 2013 fueron cinco casos.

Tal vez habrá que replantear los operativos y los mecanismos que han permitido a Querétaro brillar a nivel nacional como uno de los estados más seguros del país.