Las enseñanzas financieras del Buen Fin

El Buen Fin cumplió un año más de vida y alcanzó las expectativas a nivel nacional al generar una derrama económica que rondó los 100 mil millones de pesos, un cinco por ciento más que las ventas comerciales alcanzadas en 2017, al tiempo que crecieron en 50 por ciento las ventas en línea, lo que hace suponer que el programa gubernamental sigue siendo un éxito.

Más de 70 mil comercios afiliados a la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) en el país se registraron en el Buen Fin, dinámica que se llevó a cabo del 16 al 19 de noviembre, y no hubo quejas mayores ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

De acuerdo con el presidente de la Concanaco-Servytur, José Manuel López Campos, al concluir el Buen Fin 2018 se rebasó el 94 por ciento del nivel de conciliación entre consumidores y establecimientos comerciales por alguna anomalía.

Es un hecho que el Buen Fin ha dejado una gran enseñanza económica y financiera: el consumidor ha aprendido a hacer compras inteligentes durante el “fin de semana más barato del año” y los comerciantes se han alineado al exitoso programa gubernamental, esto aunado a la buena coordinación con el sector empresarial.

Las propia cúpula empresarial lanzó un comunicado una vez que concluyó el Buen Fin y destacó la correcta coordinación y comunicación entre el sector comercial, la autoridad gubernamental y los consumidores.

El comercio electrónico creció este año en 50 por ciento, en relación al año pasado, debido a las nuevas formas de vida de la población a las facilidades que brinda el mundo tecnológico.

De acuerdo a la Concanaco-Servytur, el mayor interés en las ventas digitales también se manifestó en las visitas a páginas y perfiles oficiales del Buen Fin, pues al segundo día del programa gubernamental se presentaron un millón 184 mil 777 visitas a su página de Facebook, mientras que en Twitter concurrieron 50 mil 663 seguidores.

Plazas comerciales, tiendas de ropa y calzado, almacenes, centros de tecnología, restaurantes y otros rubros se vieron llenos durante el Buen Fin, donde la constante fue la compra inteligente de los consumidores y el actuar sin dolo de los representantes comerciales, que en todo momento estuvieron abiertos a la conciliación.

Tal vez el incidente más relevante de la jornada sea el caso de una tienda de autoservicio ubicada en los límites de la Ciudad de México y el Estado de México etiquetó equivocadamente el precio de las pantallas de televisión al colocar 1,099 pesos en vez de 10,990 pesos, lo que provocó pérdidas el establecimiento.

Vienen cambios a nivel nacional a partir del 1 de diciembre, no se sabe si el próximo año continuará el Buen Fin, una herramienta gubernamental que ha demostrado su eficacia comercial y su labor de educar al consumidor en materia financiera. Ojalá no se el fin del Buen Fin.