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¿El fin del Buen Fin?

Por Staff Códice Informativo - 04/11/2021

A los flagelos causados por la pandemia, con la consiguiente suspensión de actividades industriales en numerosas partes del mundo, se suma el oportunismo geopolítico y la eterna disputa por la hegemonía global sostenida por potencias como China y Estados Unidos.

 ¿El fin del Buen Fin?

Foto: Archivo

Tras casi dos años de encierro y parálisis económica provocada por la pandemia de COVID-19 a nivel global, los comerciantes intentan ser optimistas. En Querétaro, por ejemplo, el titular de la Canaco, Fabián Camacho Arredondo, señaló que el organismo espera 850 millones de pesos como derrama económica por el denominado “Buen fin”, una feria del consumo que, al modo del Black Friday estadounidense, estimula el movimiento económico previo a las fiestas de navidad favoreciendo las ofertas y la reducción de precios.

Por desgracia, para el optimismo comercial suenan algunas alertas que sugieren que, quizá, las cosas no podrían ser muy favorecedoras. A los flagelos causados por la pandemia, con la consiguiente suspensión de actividades industriales en numerosas partes del mundo, se suma el oportunismo geopolítico y la eterna disputa por la hegemonía global sostenida por potencias como China y Estados Unidos.

Así, nos encontramos, por ejemplo, que tanto en los puertos chinos como en los estadounidenses y también en algunos europeos, se está produciendo una de las mayores crisis de logística experimentadas en las últimas décadas. Son toneladas de mercancía y materia prima las que descansan, o se pudren, en lugares como Shangai, Hong-Kong, Los Ángeles y San Francisco, mientras que en el Reino Unido post-bréxit, el transporte terrestre, tradicionalmente en manos de inmigrantes portugueses y polacos, permanece en parálisis ante el retorno masivo de los choferes a sus países de origen en la Unión Europea.

Hay un número inabarcable de razones para explicar las causas de estas crisis logísticas, pero lo que necesitamos no son razones sino remedios. La COVID tuvo ciertamente mucho que ver, la cuestión es que, si no se hace algo ahora, podría haber consecuencias funestas para la economía global de las que, por supuesto, México no podrá escabullirse.

En el contexto del Buen Fin, son ya varias las empresas que advirtieron sobre carestías a corto plazo. Liverpool, por ejemplo, lanzó un comunicado en el que señala que los productos deportivos como ropa y accesorios podrían escasear tras el anuncio de Nike de que enfrentará problemas para sacar su mercancía de las fábricas en China y Vietnam.

En una entrevista que le realizó el periódico El Financiero, Mario Juárez, gerente de ventas de la consultora Adobe Commerce, señaló que los juguetes son otro rubro que enfrentará problemas no solo durante el buen fin, sino incluso incluso en navidad y Día de Reyes, dos fechas clave en México para comercializar este tipo de productos. De acuerdo con Juárez, es posible que la inflación en los juguetes alcance niveles cercanos al 100 por ciento. En otras palabras, miles de niños y niñas se quedarán sin regalo de reyes y lo que es peor, puede que incluso sin comer, considerando las consecuencias económicas que esto podría deparar a muchas familias.

Hasta ahora, México se las ha ingeniado para sortear los baches que esta crisis global de logística plantea a todas las economías del mundo. La apertura de puertos en el pacífico, como es el caso de Manzanillo y Mazatlán, para subsanar la crisis en los puertos de California ha otorgado un respiro al país y también una oportunidad de acceder a materias primas que en otras partes del mundo son, por ahora, bienes inalcanzables.

De igual manera, las cámaras de comercio han hecho lo posible por extender la duración del Buen Fin e incrementar de esta forma el consumo, pero el hecho es que estas medidas se hacen sobre un panorama que ya está muy lastimado. La siguiente semana será una prueba de fuego no solo para saber si el Buen Fin sobrevive, sino para averiguar si la economía mexicana puede resistir el embate de una pandemia y una crisis global como no se veía en casi 100 años.


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