Asaltos carreteros, un impuesto más a las mercancías

El costo del trasladar mercancías de un punto a otro siempre será cubierto por el consumidor final, y esta es una premisa tácita de la economía que pocas veces se pone bajo la lupa del análisis por el ciudadano común.

Y es que alguien debe pagar por la distancia de traslado, por las condiciones especiales que requiere el producto (como la refrigeración), y también por la seguridad. Y es que alguien debe absorber el costo de las pérdidas, y no siempre son las empresas o las aseguradoras.

Las condiciones de seguridad en la carretera 57, en su tramo México – Querétaro, nuevamente han disparado las alarmas, pues los transportistas sufren constantemente asaltos y robos que se han viralizado recientemente en redes sociales.

Las empresas, seguramente, cuentan con seguros que cubren este tipo de pérdidas, pero las aseguradoras no son, precisamente, hermanas de la caridad, y ante mayores riesgos, mayores son las cuotas y los costos de aseguranza.

¿Quién paga por los productos robados? Generalmente, el consumidor final, que ve un aumento en el costo de las mercancías, como una estrategia de las empresas para que no se vean afectadas las ganancias.

Es por ello que el tema de la seguridad en la México – Querétaro es un tema de interés público, pues no solo afecta a unos pocos, sino que va en detrimento de los intereses de la comunidad. Bajo esta óptica, es inconcebible que las autoridades federales no hayan tomado acciones más radicales a la hora de combatir la inseguridad en esta vía, una de las más importantes del país para el traslado de productos.

Una mayor presencia de la Guardia Nacional, pero también la instalación de sistemas de videovigilancia, así como la implementación de protocolos que les permitan a las víctimas de delito alertar sobre alguna situación de riesgo en tiempo real, son solo algunos de los puntos clave que se requieren para mejorar las condiciones en la zona.

Cuando se observan los videos de los asaltos, es impresionante el nivel de movilización de los asaltantes, quienes utilizan tractocamiones y vehículos particulares para cometer los robos con total impunidad. ¿Cómo es que este despliegue puede pasar desapercibido por las autoridades?

Si el gobierno federal pretende mejorar la economía de los mexicanos, bien haría en poner como prioridad la protección al traslado de mercancías, cuyos costos se han disparado en los últimos años por las dinámicas inflacionarias a nivel mundial. Poco se necesita, de otros factores, como la delincuencia, que empujen los precios al alza.