Papa llama a los mexicanos a superar el cansancio de la fe

Al celebrar este domingo una misa multitudinaria en el parque Bicentenario de Silao, Guanajuato, el Papa Benedicto XVI llamó a los fieles mexicanos a superar el cansancio de la fe y a recuperar la alegría de ser cristianos.

Ante al menos 350 mil católicos -según cifras del Estado Mayor Presidencial- que se dieron cita desde el sábado por la noche en para escuchar la misa al aire libre, el Vicario de Cristo invitó a orar por los que sufren.

Por tercera ocasión dentro de sus mensajes, el Obispo de Roma hizo alusión a los mexicanos que pasan por momentos de sufrimiento. Lo hizo al llegar al aeropuerto cuando pidió por las víctimas de la violencia y también el sábado cuando pidió hacer oración por los niños que sufren a causa del hambre y la sequía.

Este domingo, durante la homilía, Joseph Ratzinger pidió de nuevo por el dolor de México y también por el de los pueblos de América Latina e invitó a preparar los corazones para la celebración de la Semana Santa, que se realizará en los primeros días de abril.

“«Crea en mí, Señor, un corazón puro» hemos invocado en el salmo responsorial. Esta exclamación muestra la profundidad con la que hemos de prepararnos para celebrar la próxima semana el gran misterio de la pasión, muerte y resurrección del Señor. Nos ayuda asimismo a mirar muy dentro del corazón humano, especialmente en los momentos de dolor y de esperanza a la vez, como los que atraviesa en la actualidad el pueblo mexicano y también otros de Latinoamérica”, sostuvo.

El Sucesor de Pedro pidió también renovar y confirmar la religión católica en el continente.

“La Misión Continental, que ahora se está llevando a cabo diócesis por diócesis en este Continente, tiene precisamente el cometido de hacer llegar esta convicción a todos los cristianos y comunidades eclesiales, para que resistan a la tentación de una fe superficial y rutinaria, a veces fragmentaria e incoherente”, aseveró.

Antes de la misa, Benedicto XVI sobrevoló el cerro del Cubilete lugar que, dijo, le habría gustado visitar a Juan Pablo II, su antecesor y agradeció también que hayan venerado las reliquias del hoy Beato que fueron vistas en todo el país durante 2011.

“Seguramente se alegrará hoy desde el cielo de que el Señor me haya concedido la gracia de poder estar ahora con ustedes, como también habrá bendecido a tantos millones de mexicanos que han querido venerar sus reliquias recientemente en todos los rincones del país”.

De acuerdo con reportes de la prensa, en la misa se habrían repartido al menos 150 mil comuniones por 250 sacerdotes y ministros de la eucaristía.

Entre los asistentes a la ceremonia eucarística estuvieron el presidente Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala, entre otros actores políticos del país, así como al menos obispos y arzobispos de México y América Latina.

Al final de la misa, el Obispo de Roma oró ante una imagen de la Virgen de Guadalupe que fue colocada en el altar de quien dijo:

“Es la madre del verdadero Dios. Bajo su sombra estamos para superar todo mal e instaurar una sociedad más justa“.

El Sumo Pontífice -quien portaba un sombrero de charro- fue trasladado en el papamóvil del Parque Bicentenario de Silao a un helipuerto donde abordó un helicóptero ‘súper puma’ de la Fuerza Aérea Mexicana que lo llevará de regreso al colegio Miraflores en Guanajuato.