Congreso mediocre y traidor al pueblo queretano

La 60 Legislatura del Estado de Querétaro, que está en funciones hasta el 25 de septiembre próximo, enfrentó varias críticas en el marco de su tercer y último informe.

La mayoría del Partido Acción Nacional (PAN) generó un ambiente de albazos legislativos en la elección anticipada de un fiscal y cinco magistrados, las reformas a la constitución local y a la Ley Orgánica del Poder Legislativo, todo esto en menos de sesenta días, su objetivo fue tener nombramientos a modo y un marco jurídico que les garantice mantener sus privilegios. A pesar que la ciudadania levanto la voz en las pasadas elecciones del 2 de junio, donde en las urnas y de acuerdo al voto popular, el PAN para la próxima legislatura pierde la mayoría; hoy quieren recuperarla en la mesa, con ayuda de un Tribunal Electoral bastante cuestionado.

La mayoria de diputados de Accion Nacional optaron por irse a sesionar a una sede alterna sin justificación, lejos de los queretanos, en un centro de congresos sin ruido y sin tráfico, para que no fueran molestados en su afán de lograr con éxito los nombramientos y las modificaciones a la ley.

El ejercicio del poder en las democracias representativas de los neoliberales generalmente atiende más a proyectos personales o de elites, que a necesidades e intenciones de la población; la ley deja de ser la expresión de la soberanía popular si es que alguna vez lo fue y se convierte en la manifestación hecha por un grupo minoritario que representa la mayoría de las veces a intereses económicos impuestos.

Recordemos la teoría del estado moderno donde el origen del orden político le fue arrebatado al orden natural, según la teoría del contractualismo no podía existir ningún poder natural legítimo, el único poder legítimo era el acuerdo entre los sujetos sobre los cuales se ejercerá. Se aceptó que la soberanía originaria resida en todos los integrantes del pueblo, la cual para su ejercicio tenía que ser depositada en aquellos representantes populares que debían integrar los parlamentos donde se discutía la creación de las leyes encargadas de regular las relaciones de la sociedad.

Por lo tanto, en teoria el diputado debia ser un representante popular que racionalmente materializa la voluntad del pueblo en leyes que por naturaleza eran buenas y justas.

Hoy podemos afirmar que en Querétaro los legisladores locales de la derecha no representan el sentir de las necesidades populares, en la era neoliberal es el poder económico y político quien crea y moldea a sus intereses las leyes; creando formas neoabsolutistas, carentes de límites y controles, que nada tienen que ver con el bienestar de la sociedad.

En resumen, los veintidos votos que siempre acompañaron al PAN dejaron una impresión negativa en diversos sectores de la sociedad. La falta de pluralidad, la ineficacia de las reformas aprobadas, la ausencia de mecanismos claros de rendición de cuentas y el divorcio con la ciudadanía fueron aspectos que debilitaron su eficiencia en estos tres años. Estos problemas subrayan la necesidad de un cambio profundo en la forma de legislar urge transitar a una democracia participativa y no sólo “representativa”.