Presenta Chantal Favier su libro de cuentos “La Doble Línea”

Chantal Favier, escritora mexicana representante de los médicos-escritores, presentó su libro de cuentos “La Doble Línea” y la antología de cuentos de autoras “El Hombre entre las Hojas”. En el Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro, en el marco del Ciclo de Presentaciones Literarias promovidas por la Secretaria de Cultura municipal, la autora expuso las inspiraciones que le llevaron a publicar su nueva obra.

La autora, hija de padre francés y madre mexicana, estudió medicina en la Universidad La Salle y oftalmología en el Hospital para evitar la Ceguera en México.

Ella describe su prosa como enriquecida por un biculturalismo, en el que se inspira a escribir al mantener su visión de “turista por el mundo”, la “mirada del extranjero en los dos países”, Francia y México.

Esta visión puede dar “estampas que se quedan en la mente y pueden convertirse en un cuento” que recupera de la cotidianidad. Además, explota los finales abiertos porque “a veces es más interesante lo que pudo pasar que lo que pasó”, lo que ayuda a implicar al lector con su imaginación para terminar la obra.

“Para mí están cerrados”, reconoce la autora, pero recuerda que “pudiera tener otra interpretación” para no darle al lector “toda la historia digerida, a veces tal vez me quedo con algunas claves y queda el final abierto”.

Su profesión de médica, asegura, le enseñó “a mirar” y a convertirse en “médico-escritor”, porque la profesión les da esa mirada en “la que estamos observando a la gente a detalle, postura, todo de voz y antes de que se siente ya sabes si viene bien, si está enojada, si está triste”, por lo que este “entrenamiento constante y combinado con cierta sensualidad de las personas que les gusta escribir se combina con este entrenamiento de observación”.

Por otra parte, la tragedia se vuelve regular en un ambiente (el de los médicos) en el que la muerte es esta dentro de la cotidianidad. “Hasta la pulga se muere”, bromea, además de que “en un cuento uno no se encariña con los personajes” porque suelen ser más cortos que una novela.

En medicina hay algo que se llama “resto diurno, que te lleva a un sueño”, que a veces le lleva a recordar cosas de su cotidianidad y que le sirve de inspiración para escribir sus cuentos. Además, su visión femenina le obliga “a reunirle a la literatura rosa femenina, pliego me pongo detrás de personajes masculinos y de todas formas se notan personajes masculinos muy sensibles”.