“Los apoyos del gobierno sí nos benefician”

Acompañado por un par de cobijas, una playera de cuello alto, dos chamarras, pantalón de mezclilla, sus botas y los años a cuestas, don Manuel Paz Morales caminaba rumbo a su domicilio, ya dispuesto a descansar un rato tras salir a atender unos compromisos.

Con más de 24 años de vivir en San José el Alto, don Manuel cuenta que antes en esa zona hacía más frío, esto debido a que no había casas enfrente de donde él vive, situación que provocaba que el viento les llegara de forma directa, por lo que se dieron a la tarea los vecinos del lugar, de mejorar las calles y tratar de mitigar los efectos.

“Pega fuerte el frío porque estamos en la parte alta, antes estábamos más desprotegidos ya con el arreglo que hicimos y las casa que ya hay, ya no nos golpea tanto el viento, pero el frío sí nos golpea. Cuando yo llegue, en el 92, tuvimos que arreglar la calle, romper piedras, luego hicimos un comité para la electrificación, nos ayudó Burgos García cuando fue gobernador, metimos 42 postes de luz”, explicó.

Agregó que para combatir el frío requieren cobijas, por lo que agradeció los apoyos que brindan las autoridades por medio de la entrega de cobijas, las cuales, dice, sí les funcionan, además dijo que les acercan servicio médicos, dentales y vacunas contra la influenza.

“Nos sirven bastante las cobijas que nos dan cada año, no necesitamos calentones, para dormir usamos cobijas, la ropa gruesa de dormir de lana, alguna chamarrita y un gorro, así dormimos encantados de la vida. Hoy estuvimos a tres grados en la mañana, los que van a trabajar son jóvenes se enchamarran y se van y yo que estoy en reposo me levanto a las 8:00 u 8:30 bien cobijado, no tengo la necesidad de salir antes”, indicó.

A sus 80 años don Manuel asegura que se mantiene a la espera de que nuevamente le hablen de Pemex para irse a trabajar nuevamente, pues aseguró que gracias a las capacitaciones que le dieron cuando él era obrero, tanto en esta empresa, como en CFE e ICA, este último fue el que le permitió llegar a Querétaro junto a su esposa, con quien falleció a causa de diabetes en 2005, con quien pudo sacar adelante a sus siete hijos.

“Tuve una especialidad porque en el trabajo nos capacitaron, bueno quien se puso vivo se capacitaba, puse la inteligencia en la jugada para poder educar a mis hijos, tengo hijos profesionistas, uno que es ingeniero mecánico, uno que es técnico en mecánica y un licenciado en derecho, dos que se quedaron en preparatoria y el único que no está preparado soy yo”, añadió.

Con una sonrisa dibujada en el rostro don Manuel aseguró que sin importar su edad, él tiene deseos de continuar sus estudios, por lo que espera acudir a un tecnológico “para aprovechar los años buenos”, para lo cual espera terminar sus estudios de preparatoria lo antes posible. Por último invitó a todos los mexicanos a no dejarse intimidar por lo que pasa en Estados Unidos y trabajar fuertemente para salir todos adelante, al tiempo de señalar que para él todo mejoró a partir del año 2000.