El legado de Leopoldo Orellana: la planta de Mazda en Salamanca, México

El fin de semana falleció en la Ciudad de México Leopoldo Orellana Funes, presidente de Mazda Motors de México (MMdM), y primer trabajador de la empresa nipona productora de autos en nuestro país.

Las anécdotas sobre la fuerza y confianza que Leopoldo Orellana le imprimió a Mazda son muchas y van desde el primer momento que decidió impulsar a esta poderosa marca en el mercado nacional, ya que incluso él tuvo que participar con sus propios recursos para el pago de los derechos notariales para constituir la filial para México.

Inició con la operación de tres concesionarias una en la Ciudad de México, otra en Guadalajara y una más en Monterrey en 2005, en su primer año lograron vender solo 771 unidades. 

Sin embargo, la historia de Mazda bajo la dirección de Leopoldo Orellana iban en una sola dirección: el éxito. 

En 2013, Mazda tuvo un importante crecimiento en el mercado mexicano, gracias a las ideas innovadoras y el crecimiento en el servicio de post venta impulsado por Orellana; ahora, con la partida de su presidente, tendrá que enfrentar un nuevo destino.

Apenas en el mes de febrero el presidente de la República inauguró, junto con Takashi Yamanouchi CEO global de Mazda, su nuevo complejo instalado en Salamanca, Guanajuato, con una inversión total superior a los 770 millones de dólares (mdd) lo cual  representaría una plataforma logística para todo el continente para la empresa.

Sin duda, la vida y los hábitos del consumidor mexicano y en especial de la zona del Bajío acompañarían el desarrollo de la planta de Mazda en México, en una suerte similar a lo que sucede en Puebla con las empresas alemanas instaladas, en eso también pensó Leopoldo, sin embargo, no podrá ver concluida su obra.

De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz A.C. (AMIA) Mazda de México había logrado colocar entre el periodo de enero a mayo del presente año 14 mil 127 vehículos, es decir, un 17% más de lo reportado en el mismo periodo en el año inmediato anterior; lo que representa para la empresa una interesante tendencia aun cuando la confianza del consumidor en nuestro país se encuentra contraída.

La meta para el presente año por parte de Mazda es superar las 38 mil 500 unidades y así alcanzar el 3.3 por ciento de participación del mercado, una meta interesante considerando las 33 mil 348 unidades vendidas en 2013. 

El futuro de la compañía tendrá que definirse pronto, ya que así lo demanda el proceso que deja abierto Orellana con el inicio de operaciones de la planta de Mazda en Salamanca, quizá la figura natural para el relevo en la presidencia de la empresa en nuestro país sea Clark Colby, un pionero de Mazda en México que acompañó en cada uno de los procesos de expansión a la Leopoldo Orellana.