Las olas de calor afectarán las reserva de agua del país
Las olas de calor tienen un impacto directo en las reservas de agua que se tienen a nivel local y afectar el equilibrio de los ecosistemas a escala global; tan solo en lo que va del año en México se han experimentado tres olas de calor.
A pesar de que la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) ya a confirmado que tras la ola de calor se esperan vientos fuertes, así como lluvias y chubascos vespertinos, las tres olas de calor que ha experimentado el país en lo que va del año tienen un impacto en las reservas de agua y en la calidad de vida de las personas; explicó Luis Romero-Cano, profesor de la Universidad Autónoma de Guadalajara.
Primeramente es importante recordar que una ola de calor es un fenómeno meteorológico caracterizado por un período prolongado de altas temperaturas en comparación con los valores normales de una determinada región y época del año. Por ejemplo, en Jalisco en las últimas semanas hemos tenido temperaturas superiores a 38 grados centígrados, en algunas zonas incluso hemos llegado a 45 grados.
Estas condiciones han persistido por varios días, por lo que se han declarado tres olas de calor en lo que va del año. Sus efectos han sido más severos en la metrópoli debido al que las áreas urbanizadas retienen y liberan calor con mayor intensidad que las áreas rurales. Es por esto que la sensación térmica en la ciudad ha sido abrumadora. Es importante destacar que estas olas de calor suelen estar acompañadas de condiciones atmosféricas estables, alta presión y poca o ninguna precipitación, detalló el investigador asociado del Decanato de Diseño, Ciencia y Tecnología.
Estas condiciones terminan por afectar en la disponibilidad del agua; a nivel local, con temperaturas más altas, la tasa de evaporación del agua en lagos, ríos y embalses tiende a aumentar, por consiguiente el agua se evapora más rápido de lo habitual.
Es por esto que estamos esperando lluvias fuertes por consecuencia de la evaporación de los últimos días. El problema mayor surge en las olas de calor prolongadas, ya que la falta de precipitación puede contribuir a la sequía.
A nivel internacional, en regiones donde hay glaciares, las altas temperaturas pueden acelerar el derretimiento de hielo y nieve, aumentando temporalmente el flujo de agua en ríos y arroyos; pero a largo plazo puede agotar las reservas de agua a medida que los glaciares se reducen.
Así también el aumento de las temperaturas del agua debido a las olas de calor puede afectar negativamente a los ecosistemas acuáticos. Muchas especies acuáticas dependen de temperaturas específicas para su supervivencia y reproducción. Si las temperaturas del agua superan su rango óptimo, pueden producirse daños en los ecosistemas acuáticos, lo que a su vez puede afectar la disponibilidad de agua.
El académico, agregó que las olas de calor llegan a tener impactos negativos en la salud humana, especialmente en grupos vulnerables como los ancianos, los niños, las personas con enfermedades crónicas y aquellos que trabajan al aire libre. Además de ser responsable de problemas en el sector agropecuario, causando estrés térmico en los cultivos y el ganado, así como aumentar la demanda de agua y energía para el enfriamiento.