El PRI gobernará 100 años en Coahuila con Manolo Jiménez

La alternancia política no llegó a Coahuila tras 94 años, pues los resultados perfilan al priísta, Manolo Jiménez, como el próximo gobernador, pero que en esta ocasión deberá demostrar la capacidad de gobernar con sus aliados, el PAN y el PRD, aunque sus dos compañeros de campaña habrían sido innecesarios de haber ido en solitario.

El mensaje político, en su discurso de victoria, fue que la unidad es la “fórmula mágica” para lograr que se consolide un proyecto político y, agregó, buscará la unidad de los habitantes de su estado, dejando atrás las grillas políticas de la elección. Asimismo, anunció que se construirá un gobierno “ciudadano”.

“Se manda un mensaje muy importante, que la fórmula mágica es la unidad (…). Este triunfo es porque hay un buen gobierno emanado del PRI y tenemos un buen gobernador que ha dado resultados. Vamos a construir el gobierno más ciudadano en la historia de Coahuila”, consideró.

La diferencia de casi 20 puntos entre su más cercano competidor, Armando Guadiana, obligó al morenista a reconocer que las tendencias no le favorecían y cuyo conteo preliminar muestra que Ricardo Mejía, del PT y Lenin Pérez, del Verde Ecologista y UDC, un partido local.

Sin embargo, la realidad es que el conteo en aquel estado muestra a un PRI fuerte, que habría alcanzado cerca del 47% de los votos, seguido por el PAN con apenas un 7% y con la perfilación de la pérdida del registro del PRD con un 2.7% de los sufragios. De haber ido solo, y ante las divisiones en los partidos aliados a Morena, el PRI habría ganado de todas formas la gubernatura.

En este estado, además, se eligieron diputados locales, que perfilan una mayoría también para los candidatos de la Alianza Va Por México y un crecimiento del Partido del Trabajo, cuyo candidato, pese a haber pertenecido al gobierno de la 4T, decidió seguir su aspiración alcanzando números similares a los de Morena con una diferencia que rondaría los 5 puntos.

Coahuila, en esta ocasión, fue el estado cuya población quedó convencida por la alianza entre PRI, PAN y PRD pero que, sin embargo, no era la joya de la corona, pues Delfina Gómez arrebatará al PRI el Estado de México, el más poblado del país.