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Entrevista con Dahlia de la Cerda: ¿La participación en el 8M se ve reflejada todo el año?

Por Shantal Flores - 08/03/2023

Charlamos sobre el estado actual del feminismo con Dahlia de la Cerda, escritora, activista y filósofa mexicana, reconocida por el éxito de su libro Perras de Reserva (2019)

 Entrevista con Dahlia de la Cerda: ¿La participación en el 8M se ve reflejada todo el año?

¿Cuál es la importancia de una herramienta como la marcha del 8M? ¿Qué necesidades tienen las activistas descentralizadas? Y, ¿cómo la presencia multitudinaria de las marchas ayuda a un movimiento político? Charlamos sobre el estado actual del feminismo con Dahlia de la Cerda, escritora, activista y filósofa mexicana, reconocida por el éxito de su libro Perras de Reserva (2019), así como de la colectiva que forma parte, Morras Help Morras.

Morras Help Morras es una colectiva feminista que “trabaja en, por y para la periferia”. Tienen proyectos como Aborta Segura, donde dan información a mujeres y personas gestantes que quieran abortar en casa usando misoprostol. Además, gestionan talleres y un podcast. https://www.morrashelpmorras.org.mx/

¿Desde qué necesidad abordas el activismo alejado de las instituciones?

Nos dimos cuenta en Morras Help Morras que había una necesidad que el Estado no estaba cubriendo, que era garantizar abortos seguros a mujeres y personas con capacidad de gestar que querían o quieren abortar. ¿Qué fue lo que hicimos?, pues investigar cómo se puede realizar un aborto seguro sin que tenga que intervenir forzosamente el Estado. Entonces encontramos el uso de misoprostol y a partir de ahí empezamos a crear una herramienta que no necesita del gobierno ni de las instituciones y que funciona. Ya había otros ejemplos; una cosa que funciona mucho es ver si lo que tú quieres hacer ya lo hicieron en otro lugar, cómo lo abordaron y si funcionó o no. En este caso, pues ya había líneas de aborto en Chile, había mujeres trabajando este tema en toda Latinoamérica y muchas partes del mundo y lo que nosotras hicimos fue replicar porque vimos que funcionaba. Pero creo que puedes empezar desde lugares muy pequeños, no tienes que irte a lo grande o a una colectiva feminista, sino simplemente desde cosas muy pequeñas. Acercarte a alguna compañera o a alguna mujer de tu alrededor que esté viviendo una situación de violencia y buscar ayudarla en algo. Creo que con las pequeñas acciones, de poquito en poquito, podemos ir cambiando el mundo.

Existen muchas mujeres en la periferia que por una u otra razón han tenido que distanciarse del feminismo más institucional. ¿Qué piensas que sucede con todas estas mujeres que están en desacuerdo con la presencia de marcas y figuras políticas que no suelen apoyar los derechos de las mujeres? ¿Qué pasa con el desencanto a este tipo de herramientas como las marchas?

Creo que es importante mantener una postura crítica de si beneficia realmente o no a las mujeres, no tanto al movimiento feminista o a nuestros ideales, sino a las mujeres. Por ejemplo, desde luego hay marcas que únicamente se suben a este tren del feminismo para vender, para posicionarse como marcas responsables, pero también hay otras marcas que tienen la intención de ser socialmente responsables, entonces creo que tenemos que analizar el contexto, ver bien qué está pasando. En el caso de tomadoras de decisiones, hay algunas que definitivamente no han hecho nada por las mujeres y solamente van a las marchas a levantarse el cuello, pero hay otras que sí, que tienen iniciativas para buscar que tengamos más derechos. Hay que tener una postura bien crítica y ver si las personas que están asistiendo están realmente sumándose al movimiento y a cambiar un poco la mentalidad de las personas, llevar información a las mujeres.

Cuando hay muchas marcas, medios de comunicación o revistas que de pronto se suman al discurso feminista, pudiera que no nos guste mucho pero la verdad es que sí tienen un alcance de un montón de mujeres que pueden aprender a identificar la violencia. A lo mejor no nos encanta que una revista de moda haga un reportaje de feminismo pero puede que esa revista va a poder llegar a mujeres a las que nosotras no llegaríamos. Es distinto a que una revista se enuncie feminista pero nunca saque nada, que sólo vaya a las marchas a pararse el cuello. Hay que analizar qué acciones están haciendo detrás y si esas acciones van a tener algún beneficio para las mujeres.

Estos años donde el crecimiento de las marchas ha sido apabullante, con mares y mares de personas, ¿crees que los esfuerzos alrededor del 8M se ven alrededor de todo el año o hay algo que podría motivar a las mujeres a tener una participación más activa en la lucha por los derechos de las mujeres?

Qué pregunta tan difícil, qué complejo. Te voy a decir lo que yo vivo aquí en Aguascalientes: a la última marcha fuimos como unas 10 mil mujeres, que es un número enorme para Aguascalientes, porque tenemos 1 millón y medio de habitantes, la participación fue enorme. Pero cuando convocamos para hacer jornadas de capacitación para servidores públicos, para hacer trabajo de litigio con tomadores de decisiones, ir a hacer espacios informativos a periferias o a talleres, cosas que tiene que ver más con trabajo, tienen diez (asistentes) y son muchas. Entonces, creo que al final las mujeres lo que están buscando del feminismo es sanar ellas mismas, por eso les gustan tanto las marchas.

Las marchas pueden hacer un espacio de catarsis colectiva, de ir juntas y gritar, nombrar a los agresores, abrazarse con otras, pero no les gusta tanto comprometerse políticamente. Esto está bien y está mal. Está bien por una parte, porque ya hay cada vez más mujeres que están conscientes de qué es violencia, identificarla y no tolerarla bajo ninguna circunstancia. A veces hay mujeres, sobre todo más jóvenes, que saben identificar violencias más sutiles que otras mujeres pasábamos por alto. Pero al mismo tiempo, hay poco compromiso político para militar en cosas que nos beneficien a todas como colectivo.

No existe un manual del activista, pero dentro del sistema en el que muchos crecimos parece algo impensable. Desde nuestro individualismo, no nos llama actuar por la comunidad. ¿Se puede ser feminista sin tener interés en el activismo?

Yo creo que no, la verdad. El feminismo es un movimiento político, no es para tener identidad, tampoco es una personalidad o un lugar de enunciación, que digas: “me enuncio feminista”. Creo que el feminismo es un movimiento político y forzosamente tienes que tener praxis y sí, no hay perfecta activista, pero sí se puede tener un compromiso político, que hagas algo para que el mundo no sea horrible para las mujeres.

Yo sí conozco un montón de feministas que son feministas que sólo van a marchar el 8M y su compromiso político termina ahí, que el resto del año son incluso mala onda con otras mujeres y mala onda gratuitamente. Yo no digo que vayas siendo buena onda con mujeres que son malas, pero son mala onda gratuitamente, o saben que pueden ayudar, aunque no sea la gran cosa. Ves que una compañera tuya de tu trabajo o tu prepa, sabes que tiene un embarazo no deseado, sabes quién puede ayudarla y decides no decirle. Vas a las marchas feministas, pero ves a la chica que te cae mal y decides no decirle dónde la pueden ayudar a que interrumpa su trabajo. Entonces, creo que ser feminista sí implica un compromiso político de hacer lo que puedas desde tu lugar, aunque sean pequeñas acciones para que el mundo no sea tan feo para nosotras.

¿Cuáles son los retos actuales para una colectiva como Morras Help Morras?
Para nosotras, es el dinero; para el activismo siempre es un tema. En la filantropía los donativos o el dinero se mueve por una agenda, por llamarlo de algún modo, de moda. Cuando es un tema urgente, hay mucho dinero ahí. Cuando nosotras empezamos, había mucho interés en financiar proyectos como el de nosotras porque en México el aborto no era legal, solamente en la Ciudad de México. Pero conforme se ha ido legalizando, que ahorita ya son once estados, se ha ido disminuyendo el recurso prioritario para proyectos como el de nosotras, que es el aborto en casa.

Sin dinero no puedes hacer básicamente nada. Con dinero puedes pagar para hacer amparos indirectos, tener stock de misoprostol, el dinero te resuelve muchas cosas que si trabajas desde la autonomía no puedes resolver.

Si quieren donar, tienen que hacerlo directamente en Fondo Semillas, Semillas lo distribuye a varias activistas como nosotras, con causas muy importantes como madres buscadoras. https://semillas.org.mx/

Shantal Abrego

Licenciada en Estudios Literarios por la UAQ. Editora, escritora y artista. Interesada en la investigación y la poesía.


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