Sentencia firme, 10 años de cárcel al que envenenó a Athos, Tango y Balam
El juicio es histórico, pues es de las primeras ocasiones en que se dicta cárcel por maltrato animal, delito que se cometió además contra perros rescatistas como Balam, que está en este momento en Turquía salvando vidas
En una histórica decisión, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) determinó mantener firme la sentencia de 10 año y 6 meses de prisión que se dictó el año pasado contra Benjamín “N”, quien habría asesinado a los perros rescatistas Athos y Tango, dejando con secuelas de envenenamiento a Balam, hijo del primer can.
La abogada de Edgar Martínez, Mónica Huerta, confirmó que se determinó que las pruebas apuntaron a la crueldad con la que el señor de la tercera edad envenenó a los tres canes pues, cabe recordar, lanzó salchichas envenenadas en el patio comunal del condominios donde vivían, esto después de amenazarlos verbalmente por no gustarle que entrenaran en dichos jardines.
“La pena máxima que se tenía era de 3 y 4 años de cárcel, pero las diferentes conductas que se vieron implicadas, en especial la crueldad que se usó para dañar a Athos, Tango y Balam, fue que entró a un concurso de delitos y la resolución fue incrementar a 10 años 6 meses”, explicó.
En ese sentido, la abogada recalcó que se trata de un juicio histórico, pues será un precedente en la justicia nacional sobre las consecuencias que tiene el maltrato animal y una reflexión sobre nuestra relación con los animales, en especial con algunos de ellos que son especiales como estos tres canes, pues eran parte del equipo de rescate de la Cruz Roja Mexicana.
El legado de estos perritos, sin embargo, continúa con Balam, sobreviviente de envenenamiento, y Orly, su hermana, ambos hijos de tango y parte del equipo de expertos que fueron enviados por el gobierno mexicana a tratar de rescatar el mayor número de personas de los escombros que dejó el terremoto de 7,8 grados que sacudió Turquía y Siria.
Hoy, estos canes son parte de este grupo de personas que continúan con la misión del servicio a los otros, de rescatar vidas, después de vivir el trauma de ser víctimas de una cultura de maltrato animal que los llevó a ser protagonistas de un juicio histórico y una reflexión nacional sobre la vida de las mascotas.