Familias de personas con discapacidad celebran existencia del Mercadito Bienestar

Un espacio inclusivo y que crea comunidad, así describen al Mercadito Bienestar que desde septiembre de 2020, se creó como un lugar en donde adultos mayores y jóvenes con discapacidad venden productos elaborados con sus propias manos.

Elizabeth Salazar es mamá de Emiliano Hernández, un adolescente de 16 años con autismo. En su puesto venden artículos de madera pintados a mano y desde que el Mercadito Bienestar se aperturó en las instalaciones de la Secretaría del Bienestar, delegación Querétaro, acuden cada quince días a venderlos.

“Es un trabajo para involucrarlo a él en actividades de la casa, me ayuda a pintar o a tallar la madera. Lo hacemos entre los dos o lo involucro en venir a acompañarme.”

Elizabeth considera que en el Mercadito Bienestar han encontrado un espacio de sensibilización sobre el autismo, tema relevante dado que uno de cada 160 niños en el mundo es diagnosticado con esta condición.

Gisela Sánchez, refirió que el Mercadito Bienestar está dirigido para todas las personas que ya sean beneficiarias con alguna pensión de la Secretaría del Bienestar y desde su creación, un aproximado de 40 personas acuden a vender sus productos.

“Este mercadito lo impulsó el doctor Gilberto Herrera, porque traía la experiencia del Mercadito de la UAQ, que fue muy exitoso. Aquí el requisito principal es que sean beneficiarios de las pensiones de Bienestar, como adultos mayores y jóvenes y niños con discapacidad.“, indicó.

Refirió que algunas familias invierten su pensión en mercancía, tal como la mamá de Gabriel, un joven con discapacidad, que también acude al Mercadito.

“Durante la pandemia dejaron de venir algunos meses, cuando estuvo más duro la COVID-19, pero ellos mismos dijeron “necesitamos vernos”, porque no solo es un trabajo digno, en donde todos participan. Es un mercado incluyente.“, puntualizó.