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#Crónica | Pedalear por caminos peligrosos e inconexos, el calvario de los ciclistas en Querétaro

Por Nadia Paola Bernal Benítez - 03/06/2021

El señor Luis, Kali y Fernando usan la bicicleta como su medio de transporte, pero todos los días tienen que transitar por una ciclovía en mal estado que pone en riesgo su vida.

 #Crónica | Pedalear por caminos peligrosos e inconexos, el calvario de los ciclistas en Querétaro

Foto: Nadia Bernal

El señor Luis está en el cruce de avenida Universidad y Corregidora, porta un sombrero y carga una cubeta en el manubrio de su bicicleta. Son las 16:00 horas. Su destino: el norte de la ciudad. En el trascurso de su trayecto por esa ciclovía, encontrar charcos de agua cada ciertos metros es un patrón recurrente, aunque apenas en 2017 el entonces alcalde de Querétaro, Marcos Aguilar, invirtió 250 millones de pesos para esta infraestructura.

Claxon de autos, asfalto desprendido, baches y ciclovías inconexas son algunas de las cosas a las que las personas  ciclistas se enfrentan todos los días. Mientras el señor Luis espera a que el semáforo cambie de color para continuar con su camino, en sentido contrario, es común ver a ciclistas de todo tipo recorrer ese espacio designado solo para ellos. Ellos se muestran  inconformes por la falta de mantenimiento y abandono de esa obra pública que ahora cumple tres años desde que fue inaugurada.

Tal es el caso de Kali, una mujer que desde hace cinco años optó por usar la bicicleta como transporte de movilidad por el acoso sexual que vivía en las calles. “Me daba mucho miedo y me resultó más seguro andar en bici que caminando, es más rápido y por cuestiones de salud; sin embargo, al usar la ciclovía me encontré con otras situaciones”.

Kali describe que sobre esa ciclovía que cruza los casi cinco kilómetros de avenida Universidad, encontrar coladeras destapadas, escombros de material de construcción y gente que la utiliza para hacer actividad física es muy común en su trayecto diario y “cuando llueve se inunda horrible”.

Para la joven, esta falta de mantenimiento se agudiza conforme la ciclovía se aleja de la centralidad del municipio,  “además hay muchas plantas, pasto, ramas, tramos cortados y una situación de evidente abandono”.

Aunado a esto, Kali ha identificado que avenida Tecnológico se ha vuelto muy insegura porque el espacio asignado para las bicicletas se comparte con los camiones del transporte público. En el norte de la ciudad, las ciclovías están en peor estado, dice.

“Hay secciones en donde también transito y son ridículamente delgadas, Me fui por bulevar de la Nación y hay una ciclovía pero es intransitable. Un típico problema es que muchos automovilistas lo utilizan como estacionamiento, muchas veces mejor me tengo que bajar de la bici”, reclama.

 

Calle Río Querétaro, un peligro para ciclistas

Son las 16:25, el día esta nublado y la probabilidad de que llueva es casi segura. Avenida Universidad está a punto de concluir para dar inicio a un nuevo trayecto: calle Río Querétaro, que abarca colonias como San Antonio de la Punta, la Sierrita, hasta Santa María Magdalena, a un costado del Campo Militar.

Para cruzar hasta ahí, hay que atravesar la imponente carretera federal 57, también conocida como avenida 5 de febrero, una zona de focos rojos para los ciclistas por los accidentes registrados en los últimos años.

Fernando pasa una seis veces todos los días por la calle Río Querétaro, que después se convierte en Avenida Tlacote. Es su recorrido habitual para trasladarse de su casa, en la colonia Santa Mónica, a cualquier punto de la ciudad. Desde hace seis meses, esta zona ha sido reportada constantemente por la Unión de Asociaciones Ciclistas de Querétaro (UCIQ) ante autoridades municipales, pues la ciclovía ubicada en esta inmediación es peligrosa por la forma en que fue construida, factor que se agudiza por la falta de mantenimiento y el manejo que le dan los automovilistas; en este punto la ciclovía es utilizada como estacionamiento.

“Esta ciclovía, una parte, está en la banqueta y en la pirámide de la movilidad vulnera al peatón, además un sentido va abajo de la baquetas contra flujo vehicular y todos los días es pelearte con los automovilistas”, explica Fernando, quien desde hace dos años utiliza la bicicleta como su medio de transporte.

La semana pasada Fernando vio a una ciclista tirada frente a la fábrica de Kellogg’s. Había sido víctima de un siniestro, que no pasó a mayores, “esta ciclovía es insegura y se ha reportado y la autoridades te dicen que se está revisando y que se va a reubicar, pero no ha pasado.”, continúa el ciclista, “incluso la ciclovía la utilizan los comerciantes; los domingos se pone un puesto de barbacoa y cuando se construyó la obra se debió socializar también con los comerciantes”.

Los últimos cuatro meses, Fernando ha tenido dos percances sobre esta misma avenida:  con un automovilista y  con un conductor de motocicleta, quien incluso “le aventó” la unidad, “y tengo la sensación de que los últimos seis meses los accidentes en la zona ha aumentado.”
En este punto, frente al Campo Militar,  la pintura verde que distinguía la ciclovía en la banqueta ya no existe, apenas unos metros atrás se veían solo unas manchas y en algunos puntos el espacio de la ciclovía atraviesa los negocios de las pequeñas plazas comerciales por lo que se vuelven estacionamientos. Ya son más de las  17:00 horas y las gotas comienzan a caer sobre  los charcos que se acumularon en la ciclovía por la lluvia de la noche anterior.

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