Error de la ASF sobre costo de cancelación del NAIM se debe a la metodología: Enrique Kato Vidal

La Cuenta Pública 2019 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que reportaba un costo de más de 331 mil 996 millones de pesos (mdp) por la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) tuvo un mal manejo de la información, aseveró el economista y académico de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Enrique Kato Vidal.

En su auditoría, la ASF informó que el costo por cancelar el Aeropuerto de Texcoco era 232 por ciento más que los 100 mdp calculados por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Lo anterior generó controversia porque, más tarde, el titular de la ASF, David Rogelio Colmenares Páramo reconoció que hubo un error en el costo de cancelación reportado.

En ese sentido, Kato Vidal dijo que para entender dicha controversia es importante tomar ciertas consideraciones que tienen que ver con la metodología de la auditoría y con el contexto electoral que se vive este año, explicó el académico de la UAQ.

“El NAIC ha sido de lo más controversial del mundo y la ASF no está calificando si fue una buena decisión o una mala decisión cancelar el aeropuerto, eso sería una primera consideración”, expuso el especialista.

Como segundo punto, dijo, es necesario tomar en cuenta a qué le llaman costos, porque la auditoría dice que en la cancelación del NAICM hay un costo estimado y el secretario de Hacienda y Crédito Público dice que lo que la auditoría califica como costo en realidad no lo es.

“Y tiene razón porque el aeropuerto se estaba financiando con deuda pública y cuando se cancela el negocio entonces el Gobierno Mexicano tiene que devolver ese dinero”, abundó.

Para el economista, incluso se apega estrictamente al rubro de “Costos de operación” o “Costos de construcción” detallado en el informe de la auditoría, el avance que tenía el NAIC hasta 2019, tenía un costo no recuperable de 78 mdp, una cantidad menor a los 100 mdp estimados originalmente por el Gobierno Federal.

“Yo diría que es un mal manejo de la información lo que hicieron y toda esta información viene en la página 12 de la auditoria. Yo creo que el problema fue haber puesto todo en el mismo cuadro, entonces lo que hicieron fue simplemente sumar lo que se gastó, lo que se puede gastar y la información futura. Tú me preguntas que si hay un problema de metodología y el comunicado que da la ASF dice que sí.”

El miércoles pasado, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera González, dijo que El 75 por ciento de los costos que la ASF atribuyó a la cancelación del NAIM están mal calculados, debido a que ninguno de estos costos existe. En ese sentido, Kato Vidal dijo que valía la pena darle crédito al secretario, ya que ese dinero no es algo que se desembolsó, sino es un dinero que se pidió prestado y se va a regresar porque no se gastó.

Otra de las cuestiones que destacó el especialista fue que, al estar en un año de procesos electorales y que el actual auditor sea emanado de otro partido político y nombrado por el gobierno que salió en 2018, el tema de la ASF puede generar cruces de opiniones políticas.

“La auditoría se confunde tanto con la polémica del aeropuerto y es el problema de poner en un mismo rubro cosas que son probables y verificables –refiriéndose a la auditoría- y la operación política”

El académico recordó que nunca había visto que la ASF se equivocara antes, muy al contrario, generalmente el trabajo que hace este organismo sirve como referente para vigilar el ejercicio del recurso público, lo que ha originado un reconocimiento a su autonomía y credibilidad.

“En la portada del dictamen dice ‘consideraciones: la información que en caso proporcione la ASF podrá confirmarse, solventarse, aclararse o modificarse’, entonces creo que viene al caso el comentario que hace el secretario de Hacienda: si la propia ASF reconoce en el dictamen se puede aclarar y modificar, vale la pena escuchar todas las voces, en especial si la cancelación del NAIM es algo que ha generado tanta polémica entre la gente”, concluyó.