¿Llegó el fin de PornHub?

El pasado 10 de diciembre, una noticia conmocionó al mundo del entretenimiento para adultos. Las compañías de tarjetas de crédito Visa y MasterCard anunciaron que bloquearían sus tarjetas para impedir que se les utilice dentro de la plataforma Pornhub.

El motivo de esta decisión, según informó un portavoz de MasterCard para el Washington Post, fue la confirmación de que el hasta ahora mayor sitio de distribución de pornografía albergaba material con escenas de violación y abuso a menores de edad, así como “pornografía vengativa” y videos subidos sin el consentimiento de las participantes.

Pese a que sus políticas prohíben expresamente la publicación de este tipo de material, esta no es la primera ocasión en que la plataforma enfrenta una polémica en este sentido. Un artículo del New York Times publicado el pasado 4 de diciembre detalla de manera amplia cómo la plataforma canadiense, a la que describió como “el décimo sitio web más visitado en el mundo”, lucra con videos que en ocasiones muestran escenas explícitas de abuso sexual infantil.

Incluso, si en el buscador de la plataforma se escribe “Under18” (menos de 18 años) o “14yo” (14 años), aparecen más de 100 mil resultados en cada caso. En el mismo sentido, hay reportes sobre menores de edad, típicamente mujeres de la Unión Americana, que desaparecen y sus familiares las encuentran días después en videos de la plataforma, como sucedió con una joven de 15 años de Florida, quien apareció en 58 videos y otra chica de California, que fue identificada por un compañero de clase.

En ambos casos, algo que desató la indignación pública fue el hecho de que las menores fueron identificadas por civiles y de que los videos no se bajaron de la plataforma sino hasta que los reportaron los familiares, lo cual quiere decir que millones de personas los vieron y decidieron no reportar el material.

Más aún, millones de personas los vieron y además obtuvieron placer a expensas de las y los menores, lo que además abonó para el lucro de la corporación canadiense.

Estos no son los únicos problemas a los que se enfrenta el sitio web. Además de los miles de videos sexuales donde aparecen menores de edad, la plataforma también ha recibido fuertes críticas por albergar lo que en el mundo digital se conoce como “pornografía de venganza sexual”, es decir, videos sexuales tomados sin consentimiento y a veces incluso sin conocimiento de la víctima que después aparecen en la red.

Por estas razones, desde hace unos años, sobre todo desde organizaciones feministas, se han hecho llamados para desmonetizar el sitio web. Considerando que Visa y MaterCard son quizá los mayores proveedores dentro de la industria de las tarjetas de crédito, es probable que la decisión tomada por ambas empresas abone a que esto sea posible.

De momento, PornHub anunció que removería todos los videos que muestren menores de edad o que parezcan haber sido grabados sin consentimiento. Voceros de la plataforma indicaron que también se removerían los videos subidos por usuarios sin verificar.

Por otra parte, la compañía ha intentado en reiteradas ocasiones lavar su imagen donando a campañas de filantropía o destinando recursos a la mitigación de la pandemia por COVID-19. ¿Podrá salvarse esta vez, o comenzará a caer arrastrando consigo la era de un internet saturado de pornografía?