¿Qué está pasando en Perú?

Durante los últimos días, miles de personas se han congregado en las calles de Lima y otras ciudades de Perú para protestar contra las autoridades de ese país. Sin embargo, es poco lo que sabe en México sobre las motivaciones de estos manifestantes ¿Qué es exactamente lo que motiva a estas personas a salir a las calles para protestar?

La respuesta es un tanto compleja, si nos atenemos a la realidad política peruana. El hecho es que, además de la pandemia por coronavirus, que ha arrojado algunas de sus peores cifras globales en el país sudamericano, y de la crisis económica desencadenada por la misma, Perú enfrenta uno de los momentos de mayor inestabilidad política en su historia reciente.

Quienes acostumbren permanecer atentos a la política sudamericana, saben que la sombra de la inestabilidad comenzó a sobrevolar Perú desde 2018, cuando el democráticamente electo Pedro Pablo Kuczynski fue obligado a abandonar la presidencia, quedando el vicepresidente Martín Vizcarra como nuevo titular del ejecutivo en ese país.

Un año después, las tensiones entre Vizcarra y el congreso nacional se exacerbaron al grado de que el entonces mandatario ordenó la disolución del congreso, un gesto que estuvo cargado de polémica aunque contó con el respaldo de más del 80% de la población.

Sin embargo, la venganza del legislativo no se dejaría esperar, por lo que a inicios de este año, inició un proceso de destitución relacionado con presuntos actos de corrupción durante su gestión como gobernador en la provincia de Moquegua. Dicho proceso se saldó el 10 de noviembre con la solicitud de renuncia para Vizcarra bajo el supuesto de incurrir en “incapacidad moral“.

Desde entonces, hubo protestas por todo el país, pues la población consideró que la decisión de cesar a Vizcarra era inconstitucional y que además ponía al país al borde de un golpe de estado.

Lamentablemente, las protestas, que se concentraron en Lima y otras ciudades importantes provocaron una temeraria respuesta policial que, de acuerdo con algunas fuentes, dejó ya varios muertos y decenas de personas heridas o desaparecidas.

Como consecuencia de ese panorama, el sustituto de Martín Vizcarra, Manuel Merino, se vio obligado a renunciar a la presidencia tan solo cinco días después de haber asumido. Pese a que las masas manifestantes consideran la renuncia de Merino como un triunfo, el hecho es que por ahora la presidencia del país está vacante y la crisis política está lejos de haber terminado, pues no hay quien encabece el gobierno.

Si a esto sumamos la situación desatada por la pandemia, obtenemos que Perú enfrenta ahora grandes retos en materia política, aunque una cosa parece ser cierta, los tiempos en que los pueblos latinoamericanos aceptaban sumisamente su suerte, parecen estar quedando atrás.