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SCT, a punto de aprobar una obra de ‘muerte’ en la México – Querétaro

Por Raúl Mendoza Bustamante - 22/09/2020

Se trata de un conjunto de bodegas perteneciente al parque industrial La Bomba; de aprobar la obra, la SCT estaría ignorando su reglamentación en una clara contradicción a su figura reguladora, y pondría en riesgo la vida de miles de personas que circulan a diario por una de las carreteras más transitadas del país.

 SCT, a punto de aprobar una obra de ‘muerte’ en la México – Querétaro

Hace algunos meses, una obra en progreso, sobre la carretera México-Querétaro, encendió las alarmas tanto de vecinos como de gente que circula por la zona por el peligro potencial que generaría si comienza a operar, pues podría provocar accidentes vehiculares e incluso la muerte de personas.

Se trata de un conjunto de bodegas a pie de carretera perteneciente al parque industrial La Bomba, en el municipio de El Marqués, Querétaro, para el cual se pretende construir un acceso directo a la carretera 57, donde los camiones que entren para cargar o descargar deberán realizar maniobras sin contar con la infraestructura mínima requerida por la propia Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), y otras autoridades.

El proyecto no cuenta con una vía de aceleración y desaceleración con las dimensiones suficientes para que los vehículos que ingresen o egresen de las bodegas lo hagan sin comprometer la seguridad de las personas que circulan por el lugar. Además, en las inmediaciones hay zonas escolares, por lo que también se pondría en riesgo a estudiantes que llegan caminando a sus escuelas. Más aún, a escasos metros está un paso a desnivel que sirve como retorno y para conectar a las comunidades de El Colorado y Camino Real, una en cada lado de la autopista México – Querétaro.

Debido a distintas irregularidades, el proyecto fue suspendido por las autoridades municipales de El Marqués, sin embargo, en una visita al lugar realizada por el equipo de Códice Informativo, se observó movimiento y diversos vehículos al interior del mismo, a pesar de que los sellos colocados por la Coordinación Municipal de Protección Civil de esta demarcación continúan puestos.

La SCT vs la SCT

Esta reactivación de los movimientos al interior de la obra podría haber comenzado ante la posible aprobación del proyecto por parte de la SCT, de acuerdo con un documento en poder de este medio.

En el oficio, fechado el 14 de septiembre del año en curso, se puede leer que “la obra que se está realizando en el (kilómetro) 194+600, cuerpo “B” de la autopista Méx. 57 México – Querétaro, está cumpliendo con el procedimiento para obtener el permiso para el uso y aprovechamiento del derecho de vía en las autopistas y puentes de cuota”.

En el documento se detalla que el “22 de agosto de 2019, se informó a la Dirección General de Desarrollo Carretero, que el proyecto de acceso fue revisado por la Unidad de Servicios Técnicos encontrándolo técnicamente factible; enviándose la solicitud y proyecto a la Dirección mencionada, para continuar con el trámite y en su caso la autorización”.

Pese a que la SCT considera “factible” el proyecto, este no cumple con la normatividad y reglamentos propuestos por la propia secretaría, pues de acuerdo con estos, la entrada a pie de carretera debe contar con una vía de aceleración y desaceleración que corra paralela, sin invadir, al acotamiento y al carril de baja velocidad, y que cuente con las dimensiones adecuadas.

Cadena de omisiones

Sin embargo, la vía de aceleración y desaceleración de estas bodegas está lejos de cumplir con las dimensiones requeridas; la longitud de esta infraestructura se estima a partir de la velocidad por la que se circula por dicha vía.

En el tramo en cuestión, la velocidad máxima es de 110 kilómetros por hora, la cual tendría que ser la velocidad de diseño para los carriles de acceso y salida, por lo que el carril de desaceleración debería contar con 185 metros, mientras que el de aceleración con 470 metros. Este último es imposible de cumplir, pues a 60 metros está el paso a desnivel que sirve de retorno.

Asimismo, el artículo 13 del reglamento para el aprovechamiento de vía de las carreteras federales establece que las obras relativas a un acceso deberán establecerse en un radio mínimo de 100 metros de cruceros, entronques y pasos superiores e inferiores, lo cual tampoco se cumple.

Que se pretenda que vehículos de carga en aceleración se incorporen a la carretera México-Querétaro en una distancia tan corta es considerado de alto riesgo tanto para las personas que se desincorporan para usar el paso a desnivel, como para aquellas que continúen su viaje por la autopista, pues se genera un entrecruzamiento.

Además, la propia SCT prohíbe el tránsito de vehículos pesados por dicho paso, como lo indica un señalamiento oficial colocado a escasos metros de la entrada de las bodegas, sin embargo, con la entrada en operación de este proyecto se potencializaría la problemática, pues actualmente vehículos pesados que salen de La Bomba utilizan este puente para realizar sus maniobras, sin importar que sea un cruce peatonal.

De aprobar la obra, la SCT estaría ignorando su reglamentación en una clara contradicción a su figura reguladora, y pondría en riesgo la vida de miles de personas que circulan a diario por la que, sin duda, es la carretera más importante de México.

La México-Querétaro, la segunda carretera más peligrosa del país

De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Transporte (IMT), la autopista México-Querétaro fue la segunda carretera con más accidentes en 2018 con 297 siniestros, tan solo por detrás de la autopista Puebla-Córdoba, con 338.

Esta situación no es novedosa; año con año estas carreteras se han vuelto las más peligrosas y en las que más muertes se registran a nivel nacional, pues los datos estadísticos del instituto son generados a partir de la información que cotidianamente reportan las corporaciones policiales.

El IMT detalla que durante 2018 un total de 200 vehículos pesados se vieron involucrados en algún accidente: autobús (23), camión unitario (63), articulado (97) y doble articulado (17); los tres últimos tipos de unidades mencionados son los que, de entrar en funcionamiento, estarían operando en las bodegas de La Bomba.

Más preocupante aún es que en los accidentes donde se vieron involucrados este tipo de vehículos, la mayoría de las veces fueron estos los culpables del siniestro. Por ejemplo, en el caso de los camiones unitarios, estos fueron responsables en 73 por ciento de los incidentes, mientras que los articulados fueron responsables en el 66 por ciento.

Las estadísticas muestran un panorama poco alentador para aquellos que deban transitar por esta zona, ya sea porque son vecinos del lugar o porque deben cruzar rumbo a la Ciudad de México pues, por la omisión deliberada de las autoridades, su vida se encontrará en peligro.


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