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Aeropuerto de Santa Lucía amenaza 20 mil años de patrimonio histórico natural

Por Dafne Emilia Martínez - 09/06/2020

De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el yacimiento identificado ahí tras el descubrimiento de los restos de por lo menos sesenta mamuts y varios túmulos funerarios es uno de los más importantes en América del Norte.

 Aeropuerto de Santa Lucía amenaza 20 mil años de patrimonio histórico natural

Foto: INAH

El eventual avance de las obras en el Aeropuerto de Santa Lucía podría poner en riesgo más de 20 mil años de patrimonio en cuanto a la historia natural del Valle de México pues, de acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el yacimiento identificado ahí tras el descubrimiento de los restos de por lo menos sesenta mamuts y varios túmulos funerarios es uno de los más importantes en América del Norte y constituye una fuente invaluable de conocimiento científico sobre la cuenca del Valle de México.

En este sentido, el organismo especializado en recopilar conocimiento arqueológico e histórico indicó que un equipo encabezado por dos arqueólogos y dos paleontólogos iniciará el estudio multidisciplinario de los yacimientos en el segundo semestre de 2020. Dichos estudios contemplarán también la zona conocida como Tultepec II, ubicada en San Antonio Xahuento, ambos en Estado de México y separados, en línea recta, por 14 kilómetros.

De acuerdo con el INAH, el valor de este yacimiento se incrementa en tanto es uno de los pocos de esa magnitud que se localizan en la zona del trópico, pues la mayoría de los grandes yacimientos de mamuts se ubican en lugares más al norte y fríos, como Alaska, en Estados Unidos, y Yukón, en Canadá. Por esta razón, el paleontólogo Joaquín Arroyo señaló que este yacimiento abre una nueva ventana para conocer más de la biología del mamut y de su relación con los humanos.

Son más de 20 mil años de historia del noroeste de la Cuenca de México los que se pueden recuperar; todos los fósiles localizados van a dar información importante para conocer cómo estaban constituidas las poblaciones de animales a finales del Pleistoceno, en un nicho ecológico. Se pueden estudiar diferentes aspectos de su biología, de su alimentación y de la evolución de las mismas poblaciones, quizás, conocer mejor algún patrón de las causas de extinciones a finales de ese periodo, y la reconstrucción del paleoambiente del sitio. Además de las posibles interacciones de los seres humanos con estos animales”, manifestó.

En este sentido, una posibilidad que ofrecen los especialistas que permita garantizar la preservación de los descubrimientos y a la vez continuar con las obras del aeropuerto sería la construcción de un museo de sitio en la zona donde se realizó la excavación. Por otra parte, de acuerdo con Arroyo, la preservación de los ejemplares en el sitio donde se encontraron es difícil, dadas las condiciones freáticas, que dificultan y encarecen su conservación.

Por otra parte, el arqueólogo Rubén Manzanilla, director del proyecto de salvamento arqueológico en Santa Lucía, explica que dada las cantidades y dimensiones del material han tenido que mudarse tres veces de espacio para almacenar los restos, dentro de la base aérea, ya que, si bien el proyecto siempre contempló la posibilidad de encontrar megafauna ―cuya presencia está indicada en trabajos arqueológicos anteriores―, no se sospechó que resultara tal cantidad.

En este momento, el proyecto tendrá como meta obtener un mejor conocimiento de qué es lo que se encontró. Una vez que se haga la investigación, el INAH estaría en posibilidades de presentar una propuesta de contenidos para un museo, y de indicar qué materiales serían factibles de mostrarse al público, explican los paleontólogos.

Hay que pensar que no todos los restos van a contar con una adecuada conservación, tenemos que hacer un diagnóstico del estado de preservación que presentan los materiales y, a partir de ahí, realizar una selección de los que puede entrar en exhibición y de los que, por sus características, deban de resguardarse en colecciones científicas”, señaló la paleontóloga Felisa Aguilar.


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