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Cómo hablar de ser mujer sin serlo

Por Ana Noriega - 28/02/2020

La obra de teatro ‘Bovary’ busca evidenciar la voluntad de explicación por parte del género masculino hacia las mujeres, y su persistencia por imponer una visión unilateral tanto de ficciones, como de realidades.

 Cómo hablar de ser mujer sin serlo

Este sábado 29 de febrero la productora Catamita estrena Bovary, una puesta en escena adaptada de la novela clásica de Gustave Flaubert, inicialmente publicada en 1854, que narra la historia de Emma Bovary, una mujer que interrumpe el tedio de su vida como esposa de un médico de clase media y se aleja de la moral burguesa de la época al ceder a sus deseos, entrando en un espiral de rebeldía, violencia y sexo.   

En entrevista, Juan Carlos Franco, director de la obra y responsable de la adaptación, explicó que, más allá de representar la anécdota de la novela, esta producción trata de encontrar una nueva lectura a partir de impresiones, momentos y emociones significativos para los involucrados en la misma. 

«La anécdota está en la obra, pero está adelgazada para poder mostrar momentos actorales, espacios e imágenes potentes que no están en la novela» dijo sobre el reto que implicó equilibrar «el avasallamiento literario que te llega al leerla y la posibilidad de llevarla a escena con toda la humildad».

La obra, que tendrá una temporada de cinco fines de semana en el Foro Escénico del Museo de la Ciudad, es producto de un proceso de investigación escénica que duró seis meses y que, a decir de su director, es un acercamiento irónico a uno de los grandes monumentos de la literatura clásica occidental.

«La ironía me permite decir cosas interesantes, hacer una relación entre el pasado y el presente, poner en juego esa admiración que siento por estos textos y lo mucho que me siguen enseñando», y aseguró que «hay muchos momentos en la obra que si no son leídos con ironía pasarán como políticamente incorrectos».

Sin embargo el factor primordial que llevó a Franco a trasladar a Flaubert al teatro fue la humanidad que percibe en un personaje como Emma, conjugada con su admiración por Cointa Galindo, actriz que interpreta ese papel en la obra. En esta colaboración creativa encontraron que, tanto las circunstancias como las formas en las que reaccionan los personajes, son distintas a las de hace 150 años (e incluso a las de hace 10 años) gracias al movimiento feminista, y que son precisamente las obras escritas por autoras las que actualmente representan esa confrontación que Madame Bovary representó para los decimonónicos.

«Lo que queríamos hacer no era una Madame Bovary feminista, sino una obra que adapta a Madame Bovary que está consciente de cómo los temas de la novela han evolucionado y se han radicalizado en nuestra época de tal manera que no pueden sino hablarnos más que nunca». La insatisfacción crónica, la depresión, el deseo y la imposibilidad de conectar con otras personas son algunos de los aspectos que se exploran en la puesta en escena y que buscan hacer resonar en el público.

De acuerdo con el director, un planteamiento que permeó durante toda la producción fueron las implicaciones que tuvo en el desarrollo de la novela el hecho de que su autor fuera hombre, aunada al hecho de que la adaptación fue dirigida también por un hombre.

«Cómo se puede hablar de ser mujer si no lo eres, como lo hizo Flaubert, y cómo se puede hablar de la experiencia femenina en un lugar generoso, respetuoso e íntegro, que hable de toda la experiencia humana y no de la experiencia masculina como si fuera toda la experiencia humana […] de lo que se trata es de evidenciar cómo en la novela y en la vida a las mujeres les explicamos todo el tiempo los hombres lo que creemos nosotros que es lo humano, lo verdadero y lo bello».

La temporada de Bovary, en la que también participan los actores Jorge Smythe y Luis Rubio, tendrá diez funciones únicas los sábados y domingos del 29 de febrero al 29 de marzo a las 19:00 horas. El costo de las entradas es de 150 pesos, con precio preferencial para estudiantes, profesores y afiliados al INAPAM.


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