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Un mismo presidente y dos políticas migratorias opuestas en México

Por Staff Códice Informativo - 21/01/2020

A mediados de abril, el presidente reconoció en sus conferencias matutinas que se estaba bloqueando el “libre paso” alegando “cuestiones de seguridad”

 Un mismo presidente y dos políticas migratorias opuestas en México

Foto: Agencia Efe

México, 21 ene (EFE News).- El cambio de política migratoria en el México de Andrés Manuel López Obrador se ha hecho más patente que nunca estos días en la frontera sur, con la región militarizada y los centroamericanos que buscan entrar regularmente al país encerrados ante la incertidumbre de recibir asilo o ser retornados.

“Hoy vimos una Secretaría de Gobernación que inició el sexenio dando 13.000 visas humanitarias y ahora tiene una actitud radicalmente distinta”, explicó este martes a Efe la coordinadora de la ONG Agenda Migrante, Eunice Rendón.

López Obrador, el izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), inició su mandato el 1 de diciembre de 2018 mostrándose muy crítico con sus antecesores en materia migratoria y apostando por los derechos humanos tras el fenómeno de las caravanas de octubre de 2018 que entraron en México para llegar a Estados Unidos.

México suscribió, el mismo día en que López Obrador asumió el cargo, un Plan de Desarrollo Integral para atender el fenómeno migratorio en los países del Triángulo Norte de Centroamérica – Guatemala, El Salvador y Honduras -, con el fin de crear oportunidades en la región y frenar la migración forzada.

Semanas después incluso acercó posiciones con Estados Unidos con un plan conjunto de cooperación en el sur de México y en Centroamérica, con inversiones multimillonarias y el afán de frenar la migración detonando el progreso.

“Tenemos que ser respetuosos de la libertad, si se introducen a nuestro territorio, garantizarles protección en sus derechos humanos”, dijo el 16 de enero de 2019, cuando tenía a las puertas del país una caravana migrante.

En ese entonces, se les dejó entrar en México y, de hecho, el Instituto Nacional de Migración (INM) estableció entregar 13 mil 270 tarjetas de visitante por razones humanitarias.

Aunque tuvo una gran lentitud burocrática, este programa permitía residir en el país y facilitaba cruzarlo hasta llegar a Estados Unidos, y buscaba conectarlos incluso con ONG para reforzar la asistencia.

UNA AMENAZA QUE LO CAMBIÓ TODO

Pero a lo largo del año la posición de un López Obrador, cada vez más atenazado por el discurso antimigración del jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, fue modificado.

A mediados de abril, el presidente reconoció en sus conferencias matutinas que se estaba bloqueando el “libre paso” alegando “cuestiones de seguridad”. “En el norte hemos tenido problemas de asesinatos de migrantes en otros tiempos”, se excusó entonces.

Pero el cambio de paradigma definitivo llegó el 30 de mayo, cuando Trump amenazó con imponer aranceles a todos los productos mexicanos hasta que se “remedie el problema de la inmigración ilegal”.

Días después, el 7 junio, México y Estados Unidos alcanzaron un acuerdo para frenar la migración que, en la práctica, supuso el despliegue de miles de efectivos de la Guardia Nacional a lo largo del país, y especialmente en la región sur, para controlar la migración.

Este conflicto “hizo cambiar radicalmente la política migratoria” de México, subrayó a Efe Eduardo González, profesor investigador de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec de Monterrey.

El giro de timón tuvo sus “éxitos” de caras a Estados Unidos.

Donald Trump bajó el nivel de exabruptos, retiró la amenaza arancelaria e incluso expresó sintonía con López Obrador.

López Obrador “no ha sabido manejar la presión que Estados Unidos está haciendo”, opinó Rendón.


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