Mineros exigen reunión con Conagua para reabrir mina La Negra; podría cerrar en dos semanas

La mina La Negra, ubicada en la localidad de Maconí, en el Municipio de Cadereyta y que cerró actividades desde la última semana de noviembre por orden de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), corre el riesgo de cerrar definitivamente si en dos semanas no se regulariza su situación, lo que ha causado la preocupación de alrededor de 600 empleados, quienes exigen mesas de diálogo entre Conagua, la empresa y las autoridades; de lo contrario, amenazan con cerrar el Acueducto 2.

Alejandro Ortiz Arteaga, secretario general local de la Asociación 302, del Sindicato de Mineros de Maconí, explicó que la mina es la única fuente de empleo para 600 familias. Explicó que, a finales de 2018, por iniciativa de la propia empresa estadounidense, decidieron cerrar para realizar un mantenimiento preventivo; luego de una consulta a Conagua, la dependencia federal ordenó que cerrara.

“Lo que pedimos una mesa de trabajo, tener un dialogo entre Conagua, empresa y las autoridades”, expresó.

Los trabajadores han tenido algunas reuniones con Conagua, donde les manifiestan que se le dio la orden a la empresa de realizar algunos trabajos en la presa Jales, pero no han trabajado en ello, razón por la cual no se ha entregado el permiso para que continúen operando; la empresa, por su parte, les indica a los empleados que la dependencia pide que se realicen cosas que no están a su alcance.

Durante los primeros tres meses en que la mina, que produce cobre, plomo y zinc, cerró, la empresa apoyó a los trabajadores con su sueldo (2 mil 400 pesos), pero sin prestaciones. Hasta ahora, les apoya con la mitad; sin embargo, si en dos semanas continúa cerrada, comenzarán a liquidar.

“Estamos buscando arreglar este asunto por la vía pacífica. El último recurso que usaríamos sería cerrar el Acueducto 2 porque no es la primera vez que nos violentan estos derechos. Se nos acercaron los concertadores, les entregamos un escrito petitorio para la directora de Conagua del estado, pero hasta ahí se quedó”, señaló.

Al ingeniero que está al frente de la mina, sus jefes le dijeron que el último mes tenía cinco semanas para resolver el problema, si no, se liquidaría a los trabajadores. A partir de ahí nos empezamos a mover nosotros porque no queremos que se cierre. Si en dos semanas no se soluciona, la mina cerrará”, expresó el minero.