Tomas clandestinas: una estela de muerte en los últimos años

El pasado 18 de enero, estremeció al país la tragedia en la que decenas de habitantes de la comunidad de Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo, murieron al explotar un ducto con una fuga por la cual tomaban de forma ilegal gasolina,

El hecho fue duramente criticado por la sociedad por tratarse de robo de combustible, un hecho que ha tenido a varios estados con desabasto del producto debido a la estrategia implementada por el Gobierno Federal contra el llamado Huachicol; sin embargo, este no es un hecho aislado.

En los últimos años se han presentado diversos hechos similares en relación con la perforación de ductos de Pemex, tomas clandestinas relacionadas con el robo del hidrocarburo, entre las cuales, algunas han derivado en accidentes catastróficos.

En diciembre del 2010, se registró una explosión en la comunidad de San Martín Texmelucan, Puebla; en el cual 28 personas fallecieron y más de 80 viviendas se dañaron por el fuego; el reporte oficial arrojó que se debió a la extracción ilegal de combustible por lo que se presentaron cargos por diversos delitos.

En el 2013, en el mes de julio, una explosión se sintió en la zona ejidal de Tonanitla, Estado de México, provenía de un ducto de Petróleos Mexicanos por una toma clandestina; el hecho dejó a siete personas heridas, que eran policías y bomberos, y dos patrullas quemadas. Las flamas alcanzaban hasta 50 metros de altura y también se denunció ante el Ministerio Público Federal.

En el mismo año y estado, pero en el mes de diciembre, en el municipio de Tezoyuca también se registró una explosión en un ducto por el robo de combustible, en esta ocasión, siete personas fueron trasladadas al hospital y más de 800 familias fueron desalojadas del lugar a la espera de que se consumara el producto que aun quedaba.

El Estado de México ha protagonizado números incidentes de este tipo, otro de ellos fue en diciembre del 2014, cuando en la localidad de Huehuetoca explotó un ducto que dejó a cuatro personas afectadas y locales y viviendas con daños por el fuego; el siniestro duró más de 11 horas.

En mayo del 2017, cuatro personas murieron en Veracruz a causa de una explosión en un ducto, la toma clandestina fue abandonada por los presuntos delincuentes y al paso de un automóvil se produjo la detonación; el Ejercito Mexicano acordonó la zona.

En el 2018, en el mes de noviembre se reportó una explosión en el ejido de San Sebastián en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco; personal de bomberos, Cruz Roja y cuerpos policiacos acudieron al lugar del incidente y localizaron ocho vehículos quemados, los cuales se utilizaban para el traslado del combustible. No hubo lesionados ni afectaciones mayores.

Un día después, se detonó otra explosión en Tabasco en los límites de Huimanguillo y Cárdenas, originada en un ducto de Pemex, en una toma clandestina; este incidente dejó a dos muertos y dos heridos con quemaduras de gravedad. El fuego fue controlado por los cuerpos de bomberos y elementos de Protección Civil del Estado.

Finalmente, este 18 de enero, explotó un ducto en San Juan del Río, Querétaro, el incidente fue atendido por bomberos y Protección Civil del estado; posteriormente las autoridades informaron que el fuego se consumió por la madrugada del 19 de enero y que no había pérdidas humanas que lamentar.

En este mismo tema, no es la primera vez que resulta en personas muertas o lesionadas; en septiembre del 2018, en Jerécuaro, Guanajuato se presentó un enfrentamiento entre policías federales y presuntos delincuentes que se encontraban armado y a bordo de vehículos; el saldo fue de ocho personas abatidas.