Ganarse el pan cuidando muertos, así es la jornada de un acarreador de agua en el panteón
Julio César llega al panteón a las 7:00 y se retira a las 17:00 horas. Camina por el panteón con un tronco sobre los hombros, y dos cubetas colgando de él, y ofrece a los visitantes agua para regar las tumbas de sus familiares
Foto: Alina Garduño
En el marco de la celebración del Día de Muertos, el 1 y 2 de noviembre, decenas de personas visitan los panteones para limpiar y dejar flores en las tumbas de sus familiares para recordarlos y honrarlos.
En las inmediaciones del panteón municipal, encontramos a Julio César Cervantes, un joven que durante estos días trabajando acarreando agua para quienes lo necesitan en las sepultura.
Su labor comienza el día primero de noviembre a las 7:00 y se retira a las 17:00 horas, la rutina es simple, pero pesada; Julio camina por el panteón con un tronco sobre los hombros, y dos cubetas colgando de él, y ofrece a los visitantes “un viajecito de agua” para las tumbas de sus familiares.
En caso de aceptar, los hombres como Julio Cesar, llenan las cubetas con agua y acompañan a las personas hasta las fosas, para limpiarlas de hojas, en caso de tener loseta las lavan o la tierra la acomodan con palas, y dejan en agua las flores.
El municipio únicamente les otorga a estos hombres el permiso para poder dar el servicio, sin embargo, no les dan ningún tipo de incentivo o remuneración, por lo que se trata de un trabajo voluntario, por lo que algunos laboran únicamente en estas fechas.
Julio señaló que el dinero que reciben es dependiendo de cuanto los visitantes les dan por el servicio prestado, en el 1 primero de noviembre recaudan alrededor de 800 pesos, mientras que al día siguiente pueden ganar casi el doble.
