Construcción de aeropuerto en la CDMX puede llevar a una crisis ambiental
México ya está endeudado con muchos créditos en dólares y que la obra del aeropuerto representa el 90 por ciento del presupuesto de todo el país
Construir el nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México llevaría a una crisis ambiental, sería “una bomba de tiempo”, expresó Emiliano Zolla Márquez, investigador de la Universidad Iberoamericana, durante su ponencia “El nuevo aeropuerto: impacto social y ambiental”.
El especialista señaló que no han dado información completa sobre este debate, si se realizaría en Texcoco o en la base aérea de Santa Lucía; además, aseguró que hay opacidad al rededor de aeropolis, la cuál causaría sobrepoblación en los próximos 10 años, debido a una mala planeación de crecimiento urbano acelerado.
El investigador también explicó que los los desechos que está generando la empresa a la que se le paga por excavar están contaminados con metales, y los están dejando en un área en donde quedan expuestos al aire y se pueden filtrar en la tierra.
Además del daño ambiental, el doctor en antropología destacó que se estaría generando una “desigualdad hídrica”, pues al querer construirlo en un lugar donde lo rodena nueve ríos (Texcoco), existe la posibilidad de perjudicar a la población de la ciudad y de los estados aledaños.
Zolla Márquez apuntó que el próximo corte de agua que sufrirá la Ciudad de México a finales del mes de octubre “es una probadita de lo que puede pasar con la construcción del aeropuerto”.
La parte económica también ha sido un tema importante, pues inicialmente se habían proyectado 120 mil millones de pesos, después se dijo que iban a ser 180 mil millones para recientemente declarar que el aeropuerto costaría 285 mil millones de pesos.
Zolla Márquez comentó que México ya está endeudado con muchos créditos en dólares y que la obra del aeropuerto representa el 90 por ciento del presupuesto de todo el país.
Su construcción como el mantenimiento del mismo, concluyó el ponente, es insostenible y no solo se reduce a una lucha entre el presidente Enrique Peña Nieto y el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, sino que se trata de un asunto económico y ambiental que le incumbe a todos los mexicanos y también es una llamada de atención a los ingenieros y arquitectos en formación.
