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Mari no quería que sus hijos crecieran sin padre… abortar fue su única opción

Por Staff Códice Informativo - 17/08/2018

Mariana afirma sentirse triste y molesta por la forma en la que la sociedad señala a las mujeres que deciden abortar; que las hagan creer que son asesinas, que deben ir prisión o que se pueden morir

 Mari no quería que sus hijos crecieran sin padre… abortar fue su única opción

Foto: Archivo

Mari, como le dicen sus amigos, desde muy joven sostuvo una relación estable de varios años con un hombre con quien se casó y tuvo un niño. Pero las cosas no fueron perfectas, la relación se vino abajo y el que era su esposo también quebró la relación con su hijo.

Al pasar el tiempo, decidida a rehacer su vida, Mari comenzó una nueva relación con otra persona, de quien, a sus 24 años, quedó embarazada. Sin embargo, su nueva pareja no quería convertirse en padre, por lo que ella, a pesar de sí desearlo, pero con el temor de tener otro hijo sin padre, tomó la decisión de ir a la Ciudad de México y practicarse un aborto en una clínica autorizada.

“Entonces yo estaba llena de amargura porque no me gustaría tener un hijo que no fuera deseado. Ya me pasó que el papá de mi hijo lo abandonó y pues yo no quería que se volviera a repetir esa experiencia; todavía cuando me tomé la pastilla dudé, pero con el tiempo me di cuenta que fue la mejor decisión, a pesar de que sí fue una experiencia traumática”, expresó que hasta entonces ella se definía como ‘pro vida’, hasta que ese momento llego y cambió su forma de pensar.

Mari admitió que fue un proceso muy duro porque no tuvo acompañamiento de alguna asociación o asesoría que le dijera cómo sería todo, simplemente se quedó con sus conocimientos previos. Esto la hizo sentir desorientada.

Tiempo después, y de forma sorpresiva, quedó embarazada nuevamente de la misma pareja, pero las cosas no estaban bien. Mariana confesó que en ella quedó un resentimiento por lo que había pasado antes, y sabía que las cosas no estarían bien o mejor con la llegada de un bebé.

“Ahora si yo no quería estar embarazada, estaba entre que lo aceptaba y no. Él de repente tampoco se vio convencido, pero sí quería, así que le dimos la noticia a nuestras familias y todo. Pero la verdad es que no estábamos ni listos, ni preparados, ni queríamos seguir juntos”, comentó.

Ella tomó la decisión de abortar nuevamente sin comentarle a nadie y se acercó a una asociación, la cual le explicó con qué medicamento podía hacerlo en casa. El proceso lo vivió sola y las cosas no salieron como esperaba, las complicaciones surgieron y tuvieron que trasladarla al hospital de emergencia.

“Fui a dar al hospital, estaba muy preocupada porque no sabía si los doctores que me estaban atendiendo me iban a hacer preguntas o si me iban a meter a la cárcel, si yo estaba bien o no, porque estaba sangrando mucho. Todo salió y decidí que no quería que ninguna mujer pasara por este proceso en la clandestinidad”, relató.

Mariana afirma sentirse triste y molesta por la forma en la que la sociedad señala a las mujeres que deciden abortar; que las hagan creer que son asesinas, que deben ir prisión o que se pueden morir. No obstante, también siente alivio por no haber traído al mundo a niños que no podría cuidar o que quedarían en un orfanato.

Es difícil obtener datos precisos de cuántos abortos clandestinos suceden en el país o la entidad, debido a la poca o nula información que dan, tanto autoridades sanitarias, como las mujeres involucradas.

Investigaciones realizadas por Ipas, una organización internacional no gubernamental dedicada a erradicar las muertes y discapacidades evitables atribuibles al aborto inseguro, señalan que el aborto ilegal causó más de 600 muertes en 2015, siendo así en la quinta causa de muerte materna en México.

Por otro lado, de acuerdo con datos obtenidos en el Johnston Archive, en México se practicaron 18 mil 942 abortos en 2015, mientras que la cifra de 2005 a 2015, asciende a 154 mil 227 abortos realizados. Aunque se tienen en cuenta las intervenciones de todo el país, la Ciudad de México es el lugar donde más se llevaron a cabo. El dato de 2007 destaca, pues fue el año en el que se despenalizó el aborto en la capital mexicana; de 799 abortos en 2006, se pasan a 4 mil 799 al año siguiente y a 13 mil 404 en 2008, destacó Ipas en su página oficial.


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