AMLO y Anaya, los competidores reales
El debate de este domingo sirviA? como una suerte de primera vuelta electoral; Zavala, Bronco y Meade estA?n lejos del triunfo y solo aspiran a ello AMLO y Anaya. Se viene una reconfiguraciA?n de las fuerzas en disputa
El debate de los candidatos rumbo a la Presidencia de la RepA?blica de este domingo 22 de abril deja varias claves para el resto de campaA�a electoral, que entra en terrenos de definiciA?n. En primero tA�rmino, que es posible un ejercicio de deliberaciA?n mA?s dinA?mico y contrastante que los se realizaron en elecciones anteriores a pesar de la enorme cantidad de candidatos, y en segundo y aA?n mA?s importante, que esta elecciA?n se revolverA? entre dos candidatos: AndrA�s Manuel LA?pez Obrador y Ricardo Anaya CortA�s.
El candidato de Morena se dedicA? a administrar su ventaja. Era esperable y evidente que la mayorA�a de las balas disparadas fueran buscA?ndolo a A�l, y su tarea era evitar confrontaciones. Lo logrA? pero no sin salir herido en el transcurso. Con el tema de la amnistA�a lo atacaron a mansalva y fue hasta el final cuando ofreciA? un esbozo de respuesta. En el tema de corrupciA?n fue perdiendo compostura, se le vio incA?modo y molesto, pero lo salvA? El Bronco cuando pidiA? cuestionar tambiA�n a JosA� Antonio Meade y Anaya le tomA? la palabra. En lA�neas generales, saliA? vivo pero deberA? cambiar la estrategia para los siguientes debates pues la postura de regresar siempre al discurso madre se agotarA? cuando sus propios seguidores le comiencen a exigir respuestas mA?s claras.
Por su parte, Ricardo Anaya se desarrollA? como pez en el agua. Era sabido que de los cinco es el que mA?s cA?modo se siente en la oratoria, y cumpliA? con las expectativas. Estaba preparado y supo administrar sus tiempos. No tiene un gran carisma pero se aprecia su tA�cnica en la expresiA?n oral. Supo golpear en momentos puntuales, sobre todo con el tema del Fobaproa y Alfonso Romo, a quien en su momento LA?pez Obrador acusA? de ser responsable, y que ahora forma parte de su equipo cercano. Fue una bala de plata que nadie esperaba, ni el propio LA?pez Obrador, quien no ofreciA? respuesta alguna. Anaya demostrA? finalmente que es el A?nico que tiene posibilidades de pelearle el liderato a LA?pez Obrador.
El debate de este domingo debe servir como parteaguas para una reconfiguraciA?n de las fuerzas que contienden. Aunque a�?El Broncoa�? destacA? por sus excentricidades y seguramente se agenciarA? algunos cuantos votos mA?s, no habrA? forma de que crezca lo suficiente para siquiera hacerle sombra a los punteros, y el pobre desempeA�o de Margarita Zavala significa la confirmaciA?n de una idea que ya estaba mA?s o menos clara: su candidatura estA? desahuciada. Por su parte, JosA� Antonio Meade pelea por no disminuir mA?s en las preferencias, pero hace tiempo que su tendencia no es al alza y cada vez queda mA?s claro que no tiene fuelle para competirle a AndrA�s Manuel. Jorge CastaA�eda lo deslizA? unos dA�as antes del debate y se confirmA? este domingo: el que puede competir es Anaya, por lo que serA? el que harA? llamado al voto A?til.
AcA? lo que se antoja complicado es la reconstrucciA?n de un puente de comunicaciA?n que hace mucho se rompiA?. Ciertamente Ricardo Anaya en su momento trabajA? de manera muy cercana al presidente Enrique PeA�a Nieto, pero esto no es asA� desde hace un buen tiempo ya, a la luz del estilo reconocido de AnayaA�de hacer polA�tica a travA�s de la traiciA?n. Ambas partes, la administraciA?n federal y el candidato del Frente, se sienten daA�ados por las acciones del otro y se antoja complicado que pueda haber un acuerdo para desde Anaya descarrillar a LA?pez Obrador, una tarea que tampoco es tan sencilla porque las declinaciones, formales o informales, no trasladan de manera directa y automA?tica los votos a favor de uno u otro candidato.
Si no hay voto A?til, Anaya tendrA? que apelar al rostro perredista del Frente para tratar de arrebatarle a LA?pez Obrador buena parte de la intenciA?n que le favorece por provenir de ciudadanos identificados con la izquierda pero que pudieran revaluar la posibilidad de ir con una propuesta menos radical. Lo difA�cil serA? congeniar la agenda tradicionalmente conservadora del PAN con las posturas libertarias y un tanto mA?s progresistas del PRD, sobre todo en materia de derechos sociales y grupos vulnerables, un tema en el que por cierto se debiA? debatir en tercer bloque de este domingo pero fue pasado por alto por todos los candidatos de manera deliberada.
AndrA�s Manuel no tiene una polA�tica definida en materia de matrimonio igualitario, aborto, adopciA?n por parejas del mismo sexo o legalizaciA?n de las drogas, puesto que su movimiento se sustenta especialmente en una moral catA?lica que le impide tomar esos temas como bandera, como es la usanza de los movimientos de izquierda tradicionales. Es pues un terreno virgen en el que Anaya podrA�a tener mucho A�xito, pero en el que no parece quiera entrar para no generar mA?s conflicto al interior de su ya resquebrajado partido.
El debate dejA? algunas claves importantes. En primer tA�rmino, que LA?pez Obrador no es invencible, que su ventaja es real pero debe ser gestionada y aA?n queda tiempo para que le recorten distancia. La estrategia para este primer debate fue medianamente exitosa porque no cometiA? errores mayores y se mantuvo en una zona discursiva de confort. Pero esa carta solo se juega una vez; para el segundo debate deberA? haber un LA?pez Obrador mA?s propositivo y activo, que sea capaz no solamente de replicar su discurso polA�tico, sino que ofrezca otras claves de interpretaciA?n que den materia para la reflexiA?n. Debe quitarse el estigma de la incongruencia y la falta de respuestas y salir al contraataque, no necesariamente contra otros candidatos, pero sA� con un esbozo pragmA?tico de lo que viene para MA�xico si A�l gana.
Ricardo Anaya, por su parte, debe comenzar a pensar que es posible y desarrollar una estrategia agresiva para lograr su objetivo. Aunque cayA? en los mismos lugares comunes que todos los demA?s candidatos le recriminan a LA?pez Obrador, tuvo momentos de lucidez a los cuales cuestionA? de manera creativa y novedosa al candidato de Morena, una situaciA?n que lo puso muy incA?modo. Anaya saliA? avante en el debate pero eso no necesariamente se verA? reflejado en la intenciA?n de voto; para ello, debe asumir una posiciA?n realmente vanguardista y poner sobre la mesa propuestas que convenzan a quienes estA?n buscando un cambio pero aA?n no deciden con quiA�n.