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Reducir subsidios a pesquerA�as, vital para reducir explotaciA?n de los ocA�anos

Por Staff Códice Informativo - 08/03/2018

Con motivo de la Cumbre Mundial del OcA�ano que se celebra en CancA?n del 7 al 9 de marzo, el especialista de la estadounidense The Pew Charitable Trusts apuntA? que se destinan al menos 20 mil millones de dA?lares anuales a subsidios que recalan en flotas industriales en lugar de pequeA�os pescadores

 Reducir subsidios a pesquerA�as, vital para reducir explotaciA?n de los ocA�anos

EFE

Mitigar la sobreexplotaciA?n de los ocA�anos requiere reducir los subsidios que los diferentes Gobiernos otorgan a las pesquerA�as, algo que fomenta la competencia irregular y la sobrepesca, contA? a Efe Maximiliano Bello, oficial principal de una destacada ONG dedicada a la mejora de polA�ticas pA?blicas.

Con motivo de la Cumbre Mundial del OcA�ano que se celebra en CancA?n del 7 al 9 de marzo, el especialista de la estadounidense The Pew Charitable Trusts apuntA? que se destinan al menos 20 mil millones de dA?lares anuales a subsidios que recalan en flotas industriales en lugar de a pequeA�os pescadores.

“Los paA�ses que subsidian sus pesquerA�as no pueden seguir extrayendo de una forma inflada los recursos del mar, ya que estos no responden al dinero de los subsidios, sino a unas caracterA�sticas biolA?gicas determinadas”, aseverA?.

Esta medida encajarA�a dentro de una “economA�a azul”, que interactA?a con el ocA�ano considerando los aspectos fundamentales de conservaciA?n y no A?nicamente un punto de vista extractivo.

Bello indicA? que es necesario acabar con el paradigma de explotaciA?n, que piensa que debe elegirse entre la conservaciA?n de los ocA�anos o el progreso. “No hay progreso si no hay conservaciA?n. No hay negocios en un mar que estA? muerto”, aA�adiA?.

Entre las medidas que propone este enfoque se encuentra tambiA�n la reducciA?n de la pesca ilegal, que representa 23.500 millones de dA?lares en productos pesqueros al aA�o y “es injusta con aquellos que realizan actividades legales y de buena forma sustentable”.

Derivado de esta pesca clandestina, los Gobiernos aquejan una pA�rdida de ingresos, las comunidades costeras pierden alimentos y, con frecuencia, algunos hA?bitats marinos son destruidos.

“De los peces que consumimos, al menos uno de cada cinco son peces que han sido ilegalmente tomados del ocA�ano. Por eso, tenemos que eliminar la pesca ilegal de una vez”, asegurA? Bello, que es maestro en manejo de recursos naturales por la Universidad de Edimburgo.

Asimismo, enfatizA? la necesidad de considerar la protecciA?n del hA?bitat de las especies marinas como una “inversiA?n en el beneficio de muchas otras actividades, no solamente pesqueras, sino de turismo, y que, ademA?s, salvaguardan las infraestructuras costeras”.

Solo un 3,6 % del ocA�ano tiene algA?n nivel de protecciA?n, y apenas un 1,8 % se considera que tiene una protecciA?n alta, segA?n The Pew Charitable Trusts.

Los ecosistemas de costa -manglares, marismas y lechos de algas- son criaderos de peces esenciales y acaparan grandes cantidades de diA?xido de carbono (CO2), mitigando el impacto en las comunidades amenazadas por el aumento del nivel del mar, cada vez mA?s preocupante debido al cambio climA?tico.

Esta serie de medidas de “economA�a azul” responden a las necesidades del ocA�ano que, a raA�z de acciones humanas errA?neas, “estA? empezando a fallar”.

“Hace 20 aA�os veA�amos al ocA�ano como una fuente infinita de recursos o un pozo donde puedes tirar todo porque parece que desaparece”, comentA? Bello, quien alertA? de que los plA?sticos vertidos al mar permanecen y cambian la naturaleza de los ecosistemas y de las especies que los habitan.

Se estima que entre cinco y 13 millones de toneladas de plA?stico ingresan al ocA�ano anualmente, con pA�rdidas econA?micas de al menos 13 mil millones de dA?lares anuales.

El experto seA�alA? que hay un cambio de paradigma en los A?ltimos aA�os por parte de los paA�ses latinoamericanos a la hora de atender la problemA?tica, encumbrando la labor de naciones como MA�xico o Chile.

AtribuyA? la grave situaciA?n de los mares del mundo a la falta de informaciA?n y de consciencia sobre las consecuencias de la extracciA?n indiscriminada de los recursos del ocA�ano.

“Hoy dA�a la informaciA?n y la tecnologA�a disponible es suficiente para que se puedan tomar las decisiones correctas”, concluyA?.


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