Querétaro intermodal

Por: Karla González

En una comparación con países europeos como Alemania, Dinamarca y Holanda, que tienen los mejores esquemas de movilidad urbana sustentable, México, registra un rezago de al menos de 40 años. Sin embargo, este 2017 estados como Querétaro, con el nuevo sistema de transporte público, y Puebla, con la adecuación y construcción de ciclovías, colocarán entre las entidades que más invierten en infraestructura para nuevos sistemas de movilidad.

De la mano, van el Estado de México y el municipio de Guadalajara; el primero, en su Constitución, ya incluye el derecho a la movilidad, mientras que en el segundo están por arrancar un proyecto que contempla la construcción del andador peatonal más grande del país. En el ranking de ciclo-ciudades, Querétaro, Puebla, la Ciudad de México y Guadalajara estarán compitiendo por los primeros lugares, todo dependerá de los resultados e impactos sociales que estos proyectos generen en la sociedad.

En el libro Caminando hacia el Futuro: Experiencia de movilidad en la Ciudad de México, de Laura Ballesteros, el senador de la República Javier Corral refiere que «la accesibilidad a los diferentes transportes, no únicamente automóviles, debe ser un derecho plasmado en la legislación, ya que cada uno de los ciudadanos que habitan deben de convivir en armonía y en un ambiente que privilegie la calidad de vida», esta afirmación no se limita solo a la ciudad de México, aplica a todo el país.

Seguramente varias figuras públicas urgirán en trabajar todo el esquema de movilidad en sus respectivos estados, algunos por elecciones, otros por política, y unos cuantos más porque son sensibles a las necesidades de la población.

Sin embargo nuestros representantes pasan por alto que, más allá de legislar que tenemos el derecho de movernos, deben ellos de poner el ejemplo; tienen que convertirse en personas multimodales, no estar ajustados únicamente al automóvil. En el caso de Querétaro, las intenciones son buenas. Hay proyectos que ayudarán a un crecimiento ordenado y a traslados más seguros que sé que cambiarán paradigmas de movilidad y además modificarán esquemas de vida de muchas personas que combinan sus medios de transporte.

Este nuevo libro que se abre para Querétaro en temas de movilidad urbana sustentable no debe estar aislado de la participación ciudadana, que a final de cuentas es la más importante, ¿a qué me refiero? Escuchamos parquímetros, foto-multas, nuevo sistema de transporte, ciclo-vías, vialidades nuevas, zonas de peatonales por ampliar… pero si para todo esto no existen previas educación y cultura vial, de nada servirá contar con la mejor tecnología si no hay sensibilización, si no se involucra a la gente en los proyectos.

Para todo el cambio que está por detonarse con los nuevos esquemas de movilidad en el estado, se requieren diseñar campañas que involucren a la ciudadanía con la autoridad, se requiere que cada quien trabaje en sus delegaciones para hacer ciudad, brindar material educativo en las escuelas sobre cultura vial.

Hagamos un ejercicio

Toda circulación en el cuerpo humano, tiene un perfecto funcionamiento; venas que comunican, órganos que cumplen funciones específicas y constante flujo sanguíneo, cuando eso se entorpece, llegan las enfermedades. Lo mismo sucede en una ciudad y los resultados son los accidentes viales, inseguridad, impacto económico negativo, estrés y enfermedades del sistema respiratorio, entre otras.

Para entender el tema de movilidad urbana y además vivirlo, tenemos que convertirnos en personas intermodales. Esto quiere decir que programemos nuestros viajes en diferentes medios de transporte, convertirte en una persona intermodal impactará positivamente a tu bolsillo, a la economía del estado, al medio ambiente y además en tu salud. En el caso específico de Querétaro, ya se están sentando las bases firmes para un nuevo sistema de transporte que hará que muchas personas nos bajemos del automóvil y optemos por combinar los medios.

Inversión de la pirámide de Movilidad

¿Qué es la pirámide de movilidad? Conceptualmente, es la jerarquía en la que el ser humano se transporta para llegar a su destino. Actualmente en la pirámide de nuestro pondera como elemento más importante el uso del automóvil, mientras que entre las menos importantes están los medios no motorizados como la bicicleta, caminar, o bien usar el transporte público.

Este sistema de movilidad no es rentable, además afecta nuestra salud y el medio ambiente. La nueva tendencia mundial para revertir problemas de salud, incrementar la productividad, la competitividad y además construir ciudades amigables, es inviertir la pirámide de movilidad, es decir, destinar más dinero en la infraestructura para los medios no motorizados y sistemas de transporte público, que para el automóvil.

Toma nota…

Con base en los textos y estudios del Instituto de Políticas para el Transporte y Desarrollo (ITDP), la zona conurbada de la ciudad de Querétaro presenta el 14.9 por ciento en el consumo de suelo. El modelo de desarrollo urbano de esta zona fue disperso y fragmentado; las políticas públicas y el presupuesto en infraestructura, se centraron en el incremento del parque vehicular y eso ocasionó un severo detrimento de la salud humana y ambiental.

En Querétaro

Hasta hace tres años, Querétaro registró una producción de cinco toneladas de dióxido de carbono per cápita, según datos de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (2014), esto se nota en la capa de contaminación que se aprecia en las mañanas, y no debe ser algo aislado de nuestra atención, ya que los niveles de estrés y problemas de salud están estrechamente ligados a la contaminación, así como a nuestros hábitos y esclavitud al coche. Y si ampliamos más nuestra visión, al ser una persona intermodal, nos permitirá tener un panorama distinto del entorno, de la gente, de los colores y sabores de Querétaro.

Parafraseando el primer tomo de Ciclo-ciudades: la movilidad y accesibilidad urbana son factores que arriesgan o impulsan la competitividad de las ciudades y que requieren, de forma urgente y firme, enfocarse hacia la sostenibilidad.

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