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Sin parquímetros, se borra el legado que iba a dejar Marcos Aguilar

Por Staff Códice Informativo - 16/03/2017

Era uno de los ejes fundamentales de una política de movilidad que construye desde que era diputado local, pero que poco ha podido implementar

 Sin parquímetros, se borra el legado que iba a dejar Marcos Aguilar

La movilidad, o la falta de, es uno de los problemas más sentidos de Querétaro. Para nadie es un secreto que las elecciones del año 2015 tuvieron en esto y en la seguridad sus puntos de inflexión. Uno de los más grandes triunfadores entonces fue Marcos Aguilar, un político que como diputado local comenzó a hablar de un tema que antes era prácticamente inexistente en Querétaro.

Su trayectoria lo llevó al Centro Cívico, en donde se esperaba la construcción de una sólida agenda en materia de movilidad, considerando la evolución de su discurso. Para ello, incluso, modificó la estructura organizativa del municipio y creó una Secretaría de Movilidad, una propuesta innovadora en Querétaro incluso en comparación con el gobierno estatal, en donde no existe un organismo con ese peso institucional que se encargue exclusivamente de la movilidad de sus habitantes.

Con Mauricio Cobo, un experimentado funcionario público que en anteriores administraciones ya había ocupado cargos relacionados, la idea era contar con un perfil conocedor en lo técnico, pero sobre todo, ideológicamente afín. Se necesitaba a alguien que realmente creyera que Querétaro necesita evolucionar y cambiar la manera en la que nos desplazamos.

En este contexto, la propuesta de instalación de parquímetros en el Centro Histórico y de bicicletas compartidas era inminente. Pero la decisión del municipio de Querétaro de cancelar el proyecto tras decidir revocar el contrato de concesión a favor de la empresa Aquiles Park significa la interrupción de un legado que no terminó por gestarse.

Querétaro habría sido una ciudad muy distinta si se hubiera concretado este proyecto, una vez Marcos Aguilar deje el cargo. Una ciudad en la que su Centro Histórico comenzara a reducir el espacio para los automóviles, en donde los ciudadanos caminaran más y poco a poco se fueran uniendo más a un estilo de vida con la bicicleta como un eje esencial.

Habría sido una ciudad con kilómetros de ciclovías construidas, interconectadas entre sí, y con avances, de llevar el mismo ritmo el gobierno del estado, en el sistema de transporte público colectivo.

Ese habría sido el legado de Marcos Aguilar, un alcalde vapuleado en no pocas ocasiones, pero quien estaba dejando condiciones para la posteridad. Esto hasta que anunció que el contrato con Aquiles Park será revocado y por tanto, los proyectos de parquímetros y bicicletas compartidas, cuando menos, se irán un rato a la congeladora.

Es innegable que desde un principio, parte de la sociedad civil organizada ha trabajado es desprestigiar el proyecto de los parquímetros. Algunos por intereses personales, otros por una genuina frustración, aunque medida por la ignorancia, pero no dejó de ser nunca noticia todo aquél que echara por tierra la idea. Será difícil saber si, efectivamente, la cancelación responde a las irregularidades en la actuación de la empresa desde que fue contratada, pero lo que sí queda claro es que hizo falta un verdadero trabajo de desarrollo político, la pata débil de la administración de Marcos Aguilar.

Y es que en año y medio de gestión, pocos temas han podido transitar con pulcritud. Apenas el retiro de los comerciantes ambulantes logró una apoyo casi unánime de la ciudadanía, pero de resto, el municipio de Querétaro ha hecho aguas cada vez que quiere implementar una nueva política pública.

La instalación de parquímetros es una necesidad imperiosa para una ciudad que se ahoga en un Centro Histórico que bien podría ser caminable, pero no será Marcos Aguilar el que lo proponga. El legado que venía construyendo desde que era diputado local en torno a la movilidad es hoy una delicada estatua de cristal que no tarda en romperse. Aunque el alcalde se comprometió a que las bicicletas compartidas sí se van a instalar, el sistema propuesto dependía intrínsecamente de los parquímetros, por lo que habrá que esperar a saber cuál será el nuevo esquema.

Por lo pronto, lo único que queda es esperar a ver si puede cumplir con el compromiso de construir 100 kilómetros de ciclovías, aunque el asunto no se ve muy halagüeño porque la administración de Marcos Aguilar aún no comienza a construir el primer trazo.

Solo así Marcos Aguilar podría salvar un poco de la estirpe que dibujó como legislador y como candidato. Porque los parquímetros, incómodos y hasta molestos como son, y ya sea por incumplimiento de contrato o presión social, se esfumaron para terminar en la nada. Son historia sin haber nunca existido en una ciudad que realmente los necesitaba.


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